FUNDAMENTOS


26/1/14

25/1 VIAJE A AZUAGA Y FUENTE DEL ARCO


Ayer sábado y dentro de la programación de visitas y viajes formativos del Curso, partimos hacia la provincia de Badajoz, Fuente del Arco y Azuaga, para conocer su Patrimonio Artístico y Natural. En una primera visita nos encaminamos a conocer la Mina de la Jayona, cuyo origen se remonta a la época romana permaneciendo en explotación hasta 1921, su tesoro era el hierro que escondía en sus entrañas. 
La mina fue muy rentable durante la Primera Guerra Mundial, pero el descenso de la demanda y los conflictos sociales posteriores provocaron su abandono. El tiempo le encontró un nuevo futuro al hacerse cargo de su protección la Junta de Extremadura, dándole un uso turístico a todo el conjunto. Ha sido una visita curiosa pero penosa, por la empinada cuesta que hay que ir superando poco a poco, hasta llegar a los huecos excavados por la mano del hombre para la extracción del metal, aunque fue la propia naturaleza la que dejó al descubierto los primeros indicios de lo que se escondía en su interior. Por supuesto para recorrer sus galerías teníamos que contar con la adecuada protección en la cabeza por la poca altura de sus pasadizos.
A continuación nos desplazamos al cercano Santuario de la Virgen del Ara, una construcción del siglo XV realizada al amparo de la Orden de Santiago, en su interior destaca la bóveda de cañón ricamente decorada con pinturas al fresco con escenas del Génesis, así como sus altos muros, todas ellas realizadas en el siglo XVIII. De ahí que se le conozca como la Capilla Sixtina de Extremadura. En el presbiterio destaca el camarín de la Virgen del Ara y a sus pies el rey Jayón, ciego de nacimiento y su hija Ermirinda que fue la que tuvo la visión de la Virgen a la que pidió que le devolviera al rey la vista, prometiéndole edificar el santuario. A la izquierda se encuentra el retablo del Cristo de la Injuria, una magnifica obra del siglo XV y al otro lado una imagen de San Antonio del XVII.

Terminada esta visita y dada la hora que era, nos encaminamos a Azuaga para reponer fuerzas, ya que la mañana, sobretodo en la Mina ha sido todo un prodigio de resistencia física. La berenjena rellena ha sido de la total aprobación del grupo al igual que la carne a la plancha que le siguió. Tras los postres y sin solución de continuidad, contacta con nosotros la guía de turismo que nos enseñará lo mas interesante de este pueblo, Ana María de nombre, una joven de gran carácter que nos llevó de un lugar a otro al trote. La primera visita es al patrón de Azuaga que se encuentra en la Iglesia del siglo XVII del Cristo del Humilladero, una magnifica imagen de Francisco de Ocampo, muy parecido al Cristo del Calvario de Sevilla. 

A continuación nos vamos con cierta prisa, aunque con paradas esporádicas para recibir las explicaciones de la guía, a la Iglesia de Nuestra Señora de Consolación, cuya imponente construcción se remonta al siglo XV, su estilo es gótico isabelino, aunque en su portada lateral se deja ver una cierta influencia manuelina. En el presbiterio destaca el retablo presidido por la Virgen de Consolación. Las naves laterales cuentan con toda una serie de retablos, todos ellos cubiertos por unas lonas, excepto la capilla bautismal, que se encontraba preparada para unos bautizos que se celebrarían por la tarde, aunque la garrafa de plástico blanco con agua que había sobre la pila bautismal, rompía el encanto del conjunto. 
 
Aquí finalizamos la visita, aunque aún tuvimos tiempo para la última foto del grupo y otros para un leve descanso, todo un día muy completo y antes de subirnos al autobús, realizamos una rápida visita al museo etnográfico, unos para descubrir el pasado de la zona a través de los utensilios y herramientas y otros, para aliviar la última necesidad perentoria. Tras poco menos de dos horas nos encontramos nuevamente ante el Pabellón de Portugal. Por supuesto y como siempre le agradecemos a Emilio Rubio sus aportaciones culturales, aunque en esta ocasión los guías no le han permitido realizar su misión como a él le hubiera gustado, aunque por supuesto todo lo que nos transmitió fue de sumo interés complementando lo que veíamos. Hasta la próxima.