FUNDAMENTOS


29/1/14

28/1 D. CARLOS ROQUE SÁNCHEZ



Hoy en el Centro del Ejército hemos celebrado un nuevo acto como humilde homenaje a un científico, que sin ser sevillano, dejó su huella en un momento dado en nuestra ciudad, como así nos lo ha desvelado nuestro interviniente, un buen amigo del Curso, Don Carlos Roque Sánchez, conocido por todos, ya que en distintas ocasiones nos ha ofrecido conferencias y todas ellas muy interesantes y curiosas. En esta ocasión ha ensalzado la figura de un médico científico de la talla de Alexander Fleming, una persona generosa e intuitiva con una gran capacidad de observación. Aunque en un principio estaba programado hablar también de otro médico y botánico sevillano cómo Nicolás Monardes, el buen criterio de nuestro ponente le llevó a suprimirlo, ya que por sí solo mereceria otra conferencia, algo que el auditorio asistente supo comprender y se lo agradeció. Los grandes descubrimientos científicos generalmente son producto de la casualidad, como así fue en los dos grandes hechos que se dieron en la vida de nuestro protagonista, el principio para el tratamiento de la gangrena gaseosa que se daba en los combatientes en el frente y el hongo penicillium que apareció en un cultivo de laboratorio propiciando que posteriormente apareciera el medicamento que consiguió salvar tantas vidas. Pero para ello hay que observar, de lo cual se deduce que la Naturaleza te proporciona todos los remedios, no hay más que descubrirlos. Estos logros supusieron el gran reconocimiento a nivel mundial, y Sevilla, en esta ocasión no iba a ser menos, le tributó todo tipo de homenajes, como así nos lo relató el señor Roque, Químico y Profesor lo que le proporciona la cualidad ideal para sumergirse en la historia de este científico. Sevilla le debe muchísimo a nuestro personaje, téngase en cuenta que en los albores del siglo XX la mortandad en nuestra ciudad era muy alta, la esperanza de vida se limitaba a los treinta y cinco años, como consecuencia de la falta de higiene y de las infraestructuras necesarias para la evacuación de residuos, provocando deficiencias sanitarias muy acentuadas, que junto a las enfermedades venéreas suponían el fatal resultado. Por lo cual Sevilla debe estar muy agradecida al Doctor Fleming porque su descubrimiento permitió darle un futuro a muchos de nuestros paisanos. Ha sido un auténtico deleite escuchar la docta y pausada palabra de nuestro interviniente, que nos ha permitido introducirnos en la vida de tan insigne científico. Enhorabuena por la distendida e interesante charla que nos ha ofrecido.