FUNDAMENTOS


3/3/14

3/3 D. CARLOS ROQUE SÁNCHEZ



Hoy nuestra Institución Cultural le ha dado el reconocimiento debido a un sevillano ilustre de la talla de Nicolás Monardes Alfaro, médico y biólogo del siglo XVI, y nadie mejor para desarrollar el tema que otro científico, Don Carlos Roque Sánchez, experimentado divulgador de los personajes dedicados a la ciencia, su erudición en este tema le lleva a compartir con el Curso sus conocimientos con la claridad esperada. Al inicio se hablaba del reconocimiento que el Curso le ha dedicado al Doctor Monardes, y es que fue llamado el padre de la farmacopea universal y al que la ciudad no reconoce con la magnitud que se merece, como en tantos otros casos. Si nos situamos en la época, Sevilla era la capital del Imperio en esos momentos por el tráfico portuario con el Nuevo Mundo, con lo que el prestigio del Doctor Monardes trascendió fronteras ya que la ciudad gozaba de una gran concentración de personajes influyentes, cómo los aristócratas, los artistas o comerciantes importantes que negociaban con el movimiento constante de mercancías con las Indias, a los que en algún momento prestaba sus servicios médicos. Pero con ser un médico reconocido profesionalmente, no le aportaba económicamente lo suficiente, por lo que creó una empresa para comerciar con las diversas plantas existentes en aquellas tierras, pero su lado oscuro le llevó a rentabilizar el viaje de ida con el tráfico de jóvenes africanos para servir de esclavos en las plantaciones. A él se debe la introducción en Europa de muchos de los productos que hoy consumimos de origen americano, como el tomate, el maíz, la piña tropical o el tabaco. Sus estudios sobre éste último le lleva a divulgar sus propiedades medicinales para la curación de algunas de las enfermedades del momento. En Sevilla su huerta se situaba en los aledaños de la calle Sierpes, en la que conservaba una buena muestra de las plantas que se traían, curiosamente en nuestra ciudad no existe nada que recuerde este espacio, sin embargo hay una recreación de esta huerta en Londres. Siendo ya de edad avanzada participó activamente en la epidemia de peste que padeció Sevilla en 1580. Eso es lo realmente curioso, como así nos lo ha desvelado nuestro interviniente, su edad, si se supone que nació entre 1493 y 1508 y murió el 10 de octubre de 1588, cuando atendió a los infestados en esa epidemia, era ya de edad avanzada. Se encuentra enterrado junto a su familia en el convento de San Leandro. Como escritor fue un autor prolífico, llegó a publicar numerosos libros, tratados y artículos, todos ellos relacionados con las plantas medicinales y sus propiedades curativas. Ha sido un placer volver a compartir con nuestro interviniente estos minutos que tanto nos ha aportado. Nuestra sincera enhorabuena.