Hoy en el Centro del Ejército hemos asistido a un
nuevo acto sobre las Imágenes Fernandinas en las que el protagonismo lo toma
la Madre de Dios, para ello don Fernando Gabaldón de la Banda nos ha proyectado
un número considerable de imágenes para que veamos como ha evolucionado la
iconografía mariana. Sevilla es innegable que es eminentemente mariana, ya en
los siglos III y IV, en la época tardo romana, se tiene constancia del culto
que se prestaba a la Virgen María, posteriormente con los visigodos se reforzó
con los santos Obispos Leandro e Isidoro, pero con la invasión árabe esta
devoción se hizo de manera más solapada, los cultos se realizaban en las
propias casas. Con la Reconquista vuelve a reforzarse esta devoción representándose
con una nueva estética, siendo el propio Rey Santo el que nos trae estas imágenes
que podemos venerar, buenos ejemplos de ellos son la Virgen de las Batallas, una
imagen que perteneció a San Fernando y hoy la podemos ver en la Sacristía Mayor
de la Catedral, es una obra con la estética francesa del siglo XIII realizada
en marfil y según la leyenda la llevaba Fernando III en el arzón de su silla de
montar para que le protegiera, Otra imagen que nos trae la Reconquista es la
Virgen de los Reyes, tallada en ese mismo siglo y siguiendo la misma estética, Virgen
sedente con el Niño como la siguiente de esta misma época, la Virgen de la Sede,
esta imagen la podemos venerar en el banco del Retablo Mayor de la Catedral. Otras
imágenes dignas de destacar son, la Virgen del Coral, o la de Rocamador y por
supuesto la Virgen de la Antigua, una pintura mural que apareció en uno de los
muros de la antigua Mezquita, es una imagen en la que se nota cierta influencia
bizantina. En otras imágenes la evolución toma la estética que nos traían en el
siglo XV los artistas flamencos, en las que el dramatismo es más notorio, al
contrario que con la estética italiana, en la que se plasma la dulzura frente
al dramatismo flamenco, una evolución que podemos ver en la Virgen de la Rosa
que encontramos en la Iglesia de Santa Ana. Más tarde Roque Balduque talla la
Virgen del Amparo y Juan Vázquez el Viejo la Virgen de la Fiebre, una imagen que
tiene una gran devoción entre los sevillanos. Pero en la iconografía sevillana
sería Francisco Pacheco el que marcaría la pauta para la representación de la
Virgen, buena prueba de ello la podemos ver en la pintura de Velázquez y
sobretodo en Murillo, sus Inmaculadas y la dulzura que nos transmite, cómo en
el lienzo de la Familia del Pajarito o la Virgen Niña orando o en la Educación de
la Virgen. Martínez Montañés con su imagen de la Cieguecita que podemos ver en
la Catedral consigue hacer visible esa dulzura que nos transmite. Tenemos otros muchos ejemplos de artistas que contribuyeron a la
evolución de la iconografía mariana, como Juan de Mesa, Pedro Roldán, Juan de
Astorga y tantos otros de los cuales nuestro interviniente nos ha hablado y
hemos podido ver a través de la proyección que nos ha ofrecido. Ha sido una
magnifica conferencia, interesante y muy documentada.