FUNDAMENTOS


29/4/14

29/4 D. JOSÉ NÚÑEZ ASENCIO

 


Esta tarde hemos contado con la inestimable presencia de otro buen amigo de nuestro Curso, Don José Núñez Asencio, que como habrán observado su nombre no estaba programado este día, su presencia ha sido solicitada para que acudiera a nuestra tribuna a última hora ya que la persona que teníamos concertada ha sufrido un imponderable que le ha impedido acudir a nuestra cita, de todas maneras, el discurrir de nuestros actos no ha sufrido interrupción alguna ya que contamos con buenos amigos que nos prestan su colaboración cuando son requeridos, como es el caso. Hoy nos ha ofrecido un simpático acto ya que bajo el título “Personajes curiosos y pintorescos de Sevilla” nos ha ido relatando la amplia nómina de estos sujetos, algunos con sus facultades mentales un tanto mermadas, pero otros forman parte de la picaresca y gracia que tanto Cervantes en su prosa como Murillo en su pintura supieron plasmar. Personajes cómo Vicente el del canasto, un vendedor de mariscos, mariscos que su propia familia cocía en su casa para la venta ambulante. Otros un tanto pintorescos, definían la época, como la ausencia de prisas en los tranvías del momento, es el caso del conocido como Pepe el tranviario, que era capaz de parar el tranvía y esperar para que algún cliente hiciera una rápida gestión, o el caso de Antonio Sanz mas conocido como Antoñito Procesiones, acompañante de todo tipo de cortejo. Sin embargo otros personajes han hecho de su ingenio y gracia el medio ser conocidos y reconocidos, como Paco Palacios "el Pali", también conocido como el Trovador de Sevilla, autor e intérprete de un gran número de sevillanas, todas ellas alcanzaron el éxito, su pérdida fue una auténtica tragedia, como la del siguiente personaje, el recordado Paco Gandía, genial cómico que popularizó sus relatos chistosos como casos verídicos, otra de las personas peculiares y que desgraciadamente también ha desaparecido, es Pepe Perejil, persona vital y optimista, gracia a raudales, cantaor y bonhomía. En definitiva en algunos de ellos se dejaba entrever una parte de la sociedad del momento, la falta de recursos alimentaba la picaresca con la que conseguían el exiguo sustento, otros contaban con su inimitable arte, como nuestro interviniente una persona con una simpatía contagiante que hace que cada una de sus colaboraciones sea una auténtica delicia. Nuestro agradecimiento por su diligencia al aceptar nuestra inesperada solicitud.