Esta tarde en el Excmo. Ateneo hemos
celebrado un acto muy interesante para todos, “El Testamento y su formas”, y
nadie mejor para hablarnos sobre este tema que un especialista en esta
vertiente del Derecho, Don Julio González Escobar, abogado y muy claro en su
exposición, con una gran capacidad descriptiva y muy didáctico. El testamento independientemente
de la edad es importante tenerlo hecho, por los beneficios que puede aportar a
los herederos, se tengan los bienes que se tengan. Por definición es la
declaración que se hace de la última voluntad y cómo se han de distribuir sus
bienes tras el fallecimiento, y la sucesión es la designación en vida del
beneficiario de unos bienes. El heredero es la figura designada para serle
transmitido un bien patrimonial. Son tres términos que han de ser conocidos a
la hora de tomar una determinación sobre la distribución de nuestro patrimonio llegado
el momento no deseado. El testamento es unipersonal y solemne, teniendo que
cumplir estrictamente los requisitos legales, en todos los casos son revocables,
siendo el último el que anula al anterior. Pueden otorgar esta última voluntad
los mayores de catorce años, sin embargo si el testamento es ológrafo ha de ser
mayor de edad, escrito de puño y letra en su totalidad, sin tachaduras y
firmado, teniendo una validez de cinco años tras la muerte. El testamento puede
ser abierto o cerrado, el primero se otorga ante notario y es indispensable
hacerlo en persona, no se puede delegar su presencia, es unipersonal y en todos
los casos los testamentos son susceptibles de ser renovados. En cuanto al
segundo caso, el cerrado, es aquel que contempla en sobre cerrado la última
voluntad del testador, no pudiendo ser abierto antes de su fallecimiento y manteniéndose en perfecto estado el sobre que lo contiene. Llegados
a este punto, el reloj nuestro peor enemigo, nos hace terminar de manera
precipitada sin poder abrir el posterior coloquio que aclarase las
muchas dudas al respecto que ha suscitado la amplia y descriptiva exposición,
sin embargo la generosidad de nuestro ponente le ha hecho aclarar esas dudas
planteadas, en el patio de esta Docta Casa, a cuantas personas han necesitado
de su profesionalidad y capacidad legal. Nuestra enhorabuena por la
extraordinaria charla que nos ha brindado a un salón absolutamente concentrado
en su documentada palabra y la paciencia demostrada.