Hoy en la Sala de Carteles de la Real
Maestranza hemos celebrado el humilde homenaje de nuestro Curso a quien hace un
año realizó su último paseíllo en la Real Plaza de Toros, Pepe Luís Vázquez,
figura de la escuela sevillana y con el que la historia de la tauromaquia vio
desaparecer a uno de los toreros importantes, torero dentro y fuera del coso,
todo un señor. Para completar este homenaje de reconocimiento hemos contado con
su hijo Manuel Vázquez y dos buenos amigos de la familia, José María Portillo
Fabra y Domingo Echevarria. Tras la cariñosa presentación de Don Antonio
Bustos, recordando las tardes de gloria que tuvo el placer de disfrutar, toma
la palabra el señor Portillo, economista y buen aficionado taurino además de
amigo de la familia y por tanto conocedor del maestro, tanto en lo personal
cómo en su trayectoria profesional. Con sumo cariño nos ha hecho ver que además
de gran figura del toreo, era algo más importante, buena persona. Competidor en
su momento de otro monstruo del toreo, Manolete, con el que rivalizaba por
conseguir el aplauso y aprobación del aficionado, aunque mantenían una gran
amistad. Su manera de entender el toreo comenzaba por conocer a fondo al toro
que le tocaba en suerte para conseguir sacarle esa faena imposible, nadie como
él para completar el lance que inventó, el “cartucho de pescao”, un pase
de gran plasticidad y riesgo, tanto es así que no tuvo demasiados imitadores ya
que entrañaba un cierto peligro, tan solo un torero desconocido de Jaén, López
Heredia, consiguió realizarlo como Pepe Luís quería. El señor Portillo ha
tenido el buen gusto de hacernos ver la importante trayectoria profesional,
buen torero y persona muy querida, fue magistral en sus quites, algo que le
costó el enfado de algún compañero, por la aprobación del respetable tapando el
posible éxito del compañero. A continuación sería Mario de la Blanca el que
intervendría para recitar un poema de su propia cosecha y dedicada al Maestro.
Tras éste es el hijo de Pepe Luís, Manuel Vázquez, el que toma la palabra para
hablarnos de la faceta humana del Sabio de San Bernardo, como popularmente le
apodó su ciudad, torero sevillano, muy amante de Sevilla y de su barrio de
San Bernardo, querido por todos, fueran aficionados o no. El reconocimiento
definitivo le vino con su triste fallecimiento, cuando el cortejo fúnebre
multitudinario le aupó al cielo Maestrante. Gracias por habernos permitido
recordarlo con el cariño de este Curso de Temas Sevillanos. Para terminar este
emotivo acto otro buen amigo de la familia, Domingo Echevarria, profesor y
vicepresidente de la Federación Provincial Taurina de Córdoba, nos deleita con
el rasgueo de su guitarra y su poesía dedicada al torero, de la que es autor, como homenaje íntimo a
un buen amigo. Manuel Loreto también conocido de la familia, contribuyó en este
final de acto, con su cante sentido y profundo. A todos el agradecimiento de
nuestra Institución Cultural y nuestro recuerdo a una gran figura del toreo,
Pepe Luís Vázquez, descanse en paz.
A continuación nos dirigimos al
Círculo Mercantil, en cuyo patio, totalmente abarrotado de personas, nos espera
la Banda Sinfónica Municipal. Hoy bajo la batuta de su Director Don José
Salazar,para ofrecernos un variado repertorio de Ópera y Zarzuela, para todos los
gustos. Comienza con Rienzi y la Obertura de Wagner, la Fantasía de Concierto
sobre temas de Rigoletto, de Verdi, en la que ha participado el clarinetista
Wolfang Puntas Robleda. La segunda parte será la Zarzuela la que toma el
protagonismo, con piezas como la del Soto del Parral de Reveriano Soutullo y
Agua Azucarillo y Aguardiente de Chueca. Nuestro agradecimiento a la Banda y al
Excmo. Ayuntamiento por permitirnos disfrutar de la magia del virtuosismo de
estos maestros y por supuesto al Círculo Mercantil por las facilidades que brindan a nuestro Curso.