Hoy sábado cumpliendo la programación
del mes de mayo, hemos realizado el viaje formativo para conocer el patrimonio
que encierra Villamanrique y la aldea del Rocío y por la tarde la cercana
Hinojos. Antes de llegar, Emilio Rubio como siempre nos pone en conocimiento de
lo que se va a visitar, dándonos una completa información sobre el pasado de
las poblaciones que vamos a conocer.
En Villamanrique hemos visitado la Iglesia
de Santa María Magdalena, cuya peculiaridad inicial son los escalones que han
de subir los bueyes, tirando de la Carreta de los Simpecados de las distintas Hermandades
en su camino a la aldea del Rocío, en su interior nos encontramos con otra de
sus peculiaridades, su retablo mayor de relicario, retablo que no suele verse muy a menudo, una
obra de Juan de Oviedo y la aportación de Martínez Montañés, además de pinturas del maestro Francisco Pacheco, formando un conjunto muy interesante.
A la derecha vemos otro retablo con las imágenes de San José y el Niño, ambos realizados por Juan de Mesa y a la izquierda del presbiterio, nos encontramos con la joya manriqueña, su magnifico Simpecado, realizado con plata traída por los expedicionarios que fueron a las tierras del Nuevo Mundo, es justo mencionar en este momento a quien nos acompaña enriqueciéndonos con sus explicaciones, Don Juan Márquez Fernández, catedrático de Historia en un Instituto de Pino Montano, que además de compartir con nosotros sus conocimientos sobre su pueblo nos hace el ofrecimiento de participar en el Curso el próximo año. Terminada esta visita nos acompaña el sr. Márquez para darnos a conocer el Centro de Interpretación Etnográfica “Camino del Rocío", en el que nos enseña el pasado primitivo de la población y los distintos vestigios que demuestran la antigüedad de Villamanrique y su magnifica Carreta del Simpecado, en la planta sótano vemos el pasado de su Hermandad. A continuación nos encaminamos a la aldea del Rocío, en la que hacemos nuestra visita para rendirle culto a la Madre de Dios y ofrecerle nuestra oración por los compañeros del Curso y familiares y por el propio Curso.
A la derecha vemos otro retablo con las imágenes de San José y el Niño, ambos realizados por Juan de Mesa y a la izquierda del presbiterio, nos encontramos con la joya manriqueña, su magnifico Simpecado, realizado con plata traída por los expedicionarios que fueron a las tierras del Nuevo Mundo, es justo mencionar en este momento a quien nos acompaña enriqueciéndonos con sus explicaciones, Don Juan Márquez Fernández, catedrático de Historia en un Instituto de Pino Montano, que además de compartir con nosotros sus conocimientos sobre su pueblo nos hace el ofrecimiento de participar en el Curso el próximo año. Terminada esta visita nos acompaña el sr. Márquez para darnos a conocer el Centro de Interpretación Etnográfica “Camino del Rocío", en el que nos enseña el pasado primitivo de la población y los distintos vestigios que demuestran la antigüedad de Villamanrique y su magnifica Carreta del Simpecado, en la planta sótano vemos el pasado de su Hermandad. A continuación nos encaminamos a la aldea del Rocío, en la que hacemos nuestra visita para rendirle culto a la Madre de Dios y ofrecerle nuestra oración por los compañeros del Curso y familiares y por el propio Curso.
Tras
acercarnos a deleitarnos con la imagen de la marisma totalmente anegada y los
comentarios de Emilio sobre el caballo retuerto, caballo salvaje del Coto y su diferencia con el caballo
marismeño, una charla muy interesante, pero miramos el reloj y vemos que ya es hora de relajarnos y comer, por
cierto bastante bien, como nos tienen acostumbrados los responsables de viajes
del Curso, los sres. Carracedo y Calvo. Tras comer y sin un momento de reposo, nos
volvemos al autobús para acercarnos a Hinojos. La primera visita que realizamos
es a la Iglesia de Santiago, un magnifico templo mudéjar, excepto su Capilla
Sacramental. En su retablo mayor vemos presidiéndolo en su hornacina central al
Santo en su caballo blanco y blandiendo la espada.
Cuenta con una buena colección
de retablos e imágenes, así cómo el Simpecado de la Hermandad del Rocío.
A
continuación visitamos la Capilla de la Hermandad del Santo Entierro y María
Stma. de la Soledad, en la que unos hermanos nos dan todo tipo facilidades para
que podamos admirar su rico patrimonio artístico, nos sorprende que con
ochocientos hermanos puedan costear los muchos gastos que supone mantener esta
sede canónica, lo que dice mucho en favor de su Corporación cofrade, una sede magníficamente
conservada, muy luminosa, con unas pinturas bellísimas que decoran su interior
y unas imágenes de gran belleza, su Cristo Yacente y María Stma. de la Soledad.
Tras agradecerles el trato recibido nos vamos a la cercana Ermita del Valle, en
la que nos extasiamos con la imagen de la Virgen del Valle, Nuestra Señora del
Esperanza y el magnifico Santísimo Cristo de la Vera Cruz.
Tras esta visita nos
volvemos a Sevilla para reencontrarnos con la Madre de Dios, la Esperanza Macarena
en el cincuentenario de su coronación. Con ello, el día ha terminado siendo completísimo y
fructífero, por lo que nos despedimos hasta la próxima visita.