Esta
calurosa tarde, en el salón del Real Círculo de Labradores hemos celebrado un
nuevo acto muy acorde con el momento litúrgico que vamos a vivir en breve, “Los
Seises y el Corpus” una tradición que afortunadamente se mantiene en nuestra
ciudad y cada vez más celebrada por todos, para ello hemos contado con la
presencia de un joven periodista pero ya todo un veterano en nuestro Curso, Don
Pedro Domínguez Fernández, muy comprometido con nuestra historia y tradiciones
y con el mundo cofrade. Hoy el oportuno tema tratado significa el respaldo de
nuestra Institución, a la Comisión pro Monumento al Seise, un empeño debido al
tesón mostrado por nuestra compañera Ana Robles y en la que nuestro ponente también
participa, es bueno que jóvenes profesionales se vinculen con movimientos que
se preocupen por nuestro pasado histórico. El origen de este grupo de niños
cantores es un tanto incierto, se tiene constancia que ya en el siglo IV existían
niños que cantaban en las celebraciones litúrgicas, aunque no sería hasta la Toma
de la ciudad por el Rey Santo cuando se contempla el cante y el baile ante el
Santísimo Sacramento, siendo ya en 1493 cuando el Papa Alejandro VI promulga la
bula por la cual autoriza la actuación de estos niños en la liturgia, y ya en
1508 sería cuando aparecen las Reglas que los regulan. La referencia al Seise aparece
en 1613 con el Maestro de Capilla de la Catedral encargándose de darles la
formación y la manutención necesaria a estos niños. Mateo Vázquez
de Leca, canónigo y arcediano de Carmona, fue el promotor de atraer a los fieles a la Octava del Corpus a través del baile de estos niños. En
Sevilla se consolidan por su participación en la solemnidad del Corpus Christi,
hoy celebran con su presencia además del Corpus, la Octava de la Inmaculada y
el Triduo del Carnaval, tres días antes del miércoles de ceniza. El traje,
motivo de leyendas por el que se debe la existencia de los niños cantores, data
de la segunda mitad del XVII, siendo el rojo el color eucarístico tradicional y
el azul para el culto a la Inmaculada, este último es una prebenda que el
Papa le concede a nuestra ciudad por su defensa del Dogma Inmaculista. A lo
largo de los tiempos han vivido días felices pero sería en 1979 cuando el
sacerdote Ángel de Urcelay Ardalar se jubila, momento en el que viven momentos críticos hasta
que el marido de la querida Ana Robles, Miguel Vázquez Garfia muy valorado como organista
seglar, aparece haciéndose cargo de la Escolanía Virgen de los Reyes dándoles
el impulso y formación necesarios para que muestren la perfección y solemnidad
que hoy podemos ver. Gracias a estas dos últimas personas esta tradición se
mantiene viva en Sevilla y con su salud recuperada. Todo ello nos lo ha expuesto Pedro Domínguez
con la fluidez dialéctica que le caracteriza y la pormenorizada historia que
nos ha expuesto, vemos que el empeño de Ana Robles tiene su razón de ser, el
reconocimiento de Sevilla a la figura del Seise a través del pretendido
monumento, para que tenga constancia de la belleza de esta maravillosa y exclusiva
tradición sevillana. Enhorabuena a Pedro Domínguez por su extraordinaria conferencia, que
como en anteriores ocasiones, el entusiasmo y claridad en su exposición tanto
gusta en este Curso.