Esta mañana ha sido una de esas
mañanas que no sabía con exactitud adonde acudir primero, pero dado lo histórico del momento que está viviendo España me he decantado por escuchar el discurso
del Rey Felipe VI en el acto de su juramento de proclamación como tal. Ha sido un
discurso claro y mostrando lo que se podrían denominar las líneas que van a
definir su, esperemos, largo reinado, cercanía con los más perjudicados o desfavorecidos por la
crisis que estamos padeciendo o cualquier otra eventualidad, siempre unos más que otros, apoyo a
aquellos que de una manera u otra entregaron su vida a manos del terrorismo,
saber escuchar para establecer canales de diálogo que permitan acercar posturas críticas o discrepantes y anticonstitucionales, transparencia y limpieza de
las Instituciones democráticas, independencia real de los Poderes del Estado, una
Monarquía de todos y para todos bajo el principio de neutralidad y dentro de
una Europa unida, sin olvidar a nuestros países hermanos de Hispanoamérica,
revitalizar el papel de la mujer en la sociedad y la empresa, mirar al pasado
sin nostalgia solo para evitar cometer los mismos errores, una sociedad
dinámica y no resignada. En definitiva un discurso lógico en un
nuevo tiempo y por una nueva generación en la que se tiene puesta la esperanza
de concordia, concordia que el Rey Juan Carlos I supo cimentar en los peores momentos
vividos por nuestra joven democracia. Salud y gratitud para los Reyes que se
van y suerte para Felipe VI y la Reina Doña Letizia. En España con la partitocracia que soportamos, la mejor estructura de Gobierno es la que nos dimos en 1978 con nuestra Constitución, la Monarquia Parlamentaria, garantiza la neutralidad de la Jefatura del Estado, siendo el árbitro entre las distintas tendencias evitando el sectarismo al que son tan proclives los partidos políticos. Esta no es una reflexión
institucional del Curso de Temas Sevillanos, que pudiera ser, sólo es una
reflexión del que suscribe con Sevilla y su Giralda engalanada para tal acontecimiento.
Tras el discurso aún tuve tiempo
de ver un poco de la Procesión del Corpus y hubo tiempo porque el cortejo sigue
siendo excesivamente largo por la cantidad de hermanos que aportan las
distintas hermandades. Este año el calor ha respetado la larga estancia bajo el
sol, pero como siempre, ha contado con muchos incondicionales que con paciencia
no se pierden la oportunidad de postrarse ante el Santísimo Sacramento. Las fotografías están realizadas por un buen amigo, José Luís Segura, compañero del Curso al que agradezco su generosidad.
Tras la procesión se ha celebrado el concierto en
la Iglesia de la Anunciación, sede canónica de la querida Hermandad del Valle,
con la que mantenemos una íntima relación de mutua colaboración y en la que por
su generosidad podemos celebrar eventos como el de hoy, en el que otra querida
Corporación como la Hermandad Columna y Azotes de la Fábrica de Tabacos, se
presta a colaborar para llevar la música que tan exquisitamente interpreta su
Asociación Cultural y Musical María Santísima de la Victoria a los aficionados
sevillanos a la música, en esta ocasión a través de nuestro Curso de Temas Sevillanos.
El de hoy ha sido un acto en el que las emociones han estado a flor de
piel, se le ha reconocido por el Curso a su Hermano Mayor, Don Claudio Espejo
Garrido, su mediación por permitirnos disfrutar del virtuosismo de estos
jóvenes músicos que componen su banda de las Cigarreras y a su Director Don
José Manuel Toscano por su magistral batuta para interpretarnos un repertorio
absolutamente cofrade con el que hemos disfrutado propios y ajenos con piezas
tales cómo, Aniversario Macareno de José Velázquez Sánchez, Madre del Mayor
Dolor de José Manuel Delgado Rodríguez, María del Carmen de Julián Palanca
Masiá, Nuestra Señora del Socorro de Pedro Gámez Laserna, Estampas Cigarreras
de Abel Moreno Pozo, a continuación dos piezas dedicadas a Triana, muy
celebradas por el público asistente, La Esperanza de Triana de Manuel López
Farfán y la dedicada a la Virgen de la calle Castilla, Y en Triana, la O, una
extraordinaria marcha de José Joaquín Espinosa de los Monteros, la última la
dedicada a Nuestra Señora del Mayor Dolor de Manuel López Farfán, pero un
concierto de marchas cofrades no estaría completo sin la marcha por
antonomasia, Virgen del Valle, una composición magistral de Vicente Gómez
Zarzuela. Con esta pieza damos por finalizada la jornada, aunque con anterioridad
la banda ha obsequiado a Don Antonio Bustos un cuadro con la fotografía
dedicada de los miembros de la querida banda, por la magnifica trayectoria
recorrida en común en estos veinticuatro años de vigencia. Nuestra enhorabuena
a todos ellos y sumamente agradecidos por este extraordinario concierto que
significa nuestra despedida hasta el siguiente curso, aunque esporádicamente se
podrán ir poniendo notas informativas para conocimiento general. Feliz verano a
todos, no abusemos del sol directo y en todo caso usar un protector solar alto
para volver a vernos en perfectas condiciones.