Esta
tarde en el Círculo Mercantil hemos celebrado un nuevo acto, acto que cierra el
ciclo dedicado al Corpus Christi y para ello hemos contado con la inestimable
presencia de un buen amigo del Curso y muy valorado cronista de Sevilla, Don
Nicolás de Jesús Salas, el cual como es
costumbre en él, sus palabras las refrenda con la magnifica colección de
fotografías que posee, que por sí solas nos permiten ver el pasado de nuestra
ciudad y su urbanismo o como hoy, nuestras celebraciones. Parece que en Sevilla
es la fiesta más antigua, existen datos de su existencia en el siglo XV,
estando totalmente vigente a día de hoy, cuyo recorrido se mantiene desde que en 1532
se acuerda el itinerario y cada día está más concurrido, tanto en el número de fieles que contempla la procesión como
en el número de corporaciones y hermandades que acompañan en su cortejo. Hasta el siglo XVIII podíamos ver en su cortejo los Gigantes y Cabezudos, pero finalmente se suprimieron por representar celebraciones paganas que nada tenían que ver con la Eucarístia. En la actualidad en ese cortejo procesionan pasos e imágenes de reconocida calidad artística y devocional cómo el de Santa Ángela
de la Cruz cuyo autor es Navarro Arteaga, las Santas Justa y Rufina de Duque Cornejo, San Isidoro y San
Leandro del mismo artista, San Fernando y la Inmaculada de Alonso Martínez, el
Niño en su templete de la Sacramental del Sagrario cuya autoría es de Martínez
Montañés, la conocida como Custodia Chica o Santa Espina y por último la
Custodia de Juan de Arfe de finales del siglo XVI. Pero si la procesión por sí
misma es una celebración en la que la belleza está presente y cada día va a más,
el auge que en los últimos años está tomando el día previo es digno de ser
admirado, por los altares efímeros que las hermandades ponen en las calles y la
decoración de escaparates y balcones que compiten por ser el que mejor lo engalana. Pero el Corpus no se entendería sin su Octava
y la actuación de los Seises ante el Santísimo Sacramento, una tradición que
mantenemos en exclusiva y que tanto embellece con su canto y baile, en ello
hemos de darle el reconocimiento debido a Miguel Vázquez Garfia, marido de Ana
Robles, la compañera responsable de la cátedra de música del Curso, una
tradición que vivió su momento más crítico en 1979 hasta que Vázquez Garfia se hace
cargo de la dirección de la Escolanía Virgen de los Reyes revitalizándola dándoles
la formación precisa en canto y danza. Todo lo dicho nos lo ha expuesto nuestro
interviniente como él suele hacerlo con su amplio archivo fotográfico, un
archivo interesante porque a través de sus imágenes vemos la ciudad de antes,
la indumentaria de los sevillanos de antaño, haciéndonos una idea de cómo era
la vida cotidiana del momento. Nuestra enhorabuena de nuevo por su excelente
intervención en el cierre de este ciclo.