Esta tarde en el Excmo. Ateneo hemos tenido el placer de
recibir nuevamente a Don José Roda Peña, Historiador del Arte,
para presentarnos el tema bajo el título “Origen de las Hermandades
Sacramentales”, un tema que en Sevilla cobra una especial relevancia. Estas
hermandades en un principio eran hospitalarias pero conjugando perfectamente la
labor asistencial con la Exaltación del Santísimo Sacramento. Aunque existían
antes de Teresa Enríquez de Alvarado no se entenderían sin mencionarla, con
ella vivieron el impulso necesario para su implantación. Mujer egregia, prima
del Rey Fernando el Católico, hija del Almirante Mayor de Castilla y casada con
uno de los consejeros mas cercanos a los reyes, estuvo muy unida a la Reina
Isabel al compartir ambas su religiosidad y caridad. Pero en 1503 queda viuda y
su vida da el vuelco que ella esperaba, retirándose a Torrijos y alejándose con
ello de lo superficial para abrazar su entrega al prójimo. En esta ciudad contacta
con el sacerdote sevillano Fernando de Contreras que sería el compañero en su
ilusión de la Exaltación Eucarística, decide construir una residencia escuela,
para impartir las clases y compartir con el padre Contreras la enseñanza
de la Doctrina Cristiana. Otra de sus obras a resaltar es la redención de
cautivos. Mujer de gran riqueza empleó sus rentas en obras caritativas. Pero si
ya era conocida por su labor caritativa, fue su firme decisión de extender el
culto al Santísimo Sacramento, la que le llevaría a ser conocida y reconocida
en todos los rincones, para lo cual se interesa por las hermandades que
existían en Italia. Más tarde le pide al papa Julio II que le concediese
ciertos privilegios y aunque al final los concede, en un principio se mostró reacio
a ello llamándola la Loca del Sacramento, entre estas peticiones se encontraba
la solicitud de permiso para la fundación de estas Hermandades del Santo
Sacramento, surgiendo en la primera mitad del siglo XVI la cofradía de
Torrijos. Fue tal el auge, que prácticamente en cada parroquia se funda una
hermandad, extendiéndose por los países del entorno. En Sevilla se tiene
conocimiento que por esa época se fundan la del Sagrario, la Sacramental de San
Lorenzo, de San Vicente, de San Gil Abad, San Ildefonso, San Isidoro, de la
Magdalena, Santa Ana y Santiago el Mayor. El
culto al Santísimo está relacionado directamente con la celebración
eucarística. Durante toda la Alta Edad Media se multiplicaron el número de
misas diarias hasta tal punto que hubieron de dictarse decretos de limitación
de las misas que podía celebrar cada sacerdote. Esta es la a causa de la
multiplicación de altares en las iglesias. Entre el pueblo sencillo existía una
gran devoción y muchos procuraban oír el mayor número posible, pero no como
participación, sino en el sentido de que se fue creando una práctica un tanto
supersticiosa relativa a la adoración del Santísimo en el momento de la
Elevación, que presuntamente producía efectos salutíferos para el alma y el
cuerpo de quienes lo observaban con devoción. La disertación del sr. Roda ha
sido una auténtica lección magistral que ha dado lugar a que la realidad de la
Hermandades Sacramentales sea conocida por todos, de donde provienen y cual es
su cometido. Nuestra enhorabuena y el agradecimiento de todos por su
desinteresada colaboración con este Curso de Temas Sevillanos.