FUNDAMENTOS


13/1/15

13/1 D. JOSÉ GÁMEZ MARTÍN



Hoy en el Casino Militar hemos celebrado un nuevo acto sobre un personaje muy querido y reconocido en Sevilla, Miguel Mañara, y para hablarnos de su figura y del fastuoso retablo de la Iglesia de la Caridad, nadie mejor que Don José Gámez Martín, filólogo, historiador y buen conocedor del personaje, además de poseer una gran capacidad dialéctica para desarrollar el tema y transmitirnos sus conocimientos. Miguel Mañara es más un mito que un personaje real, este mito nace cuando el propio Mañara ve su entierro y entendiendo que la muerte le persigue, tanto es así que el famoso retablo del entierro de Cristo, se basa en su idea de representar perfectamente a la muerte, para ello realiza el encargo al mejor arquitecto retablista del momento, Jerónimo Balbás y al escultor Pedro Roldán, consiguiendo como podemos ver in situ que logró lo que quería. Miguel Mañara nace en 1627 en el seno de una rica familia de mercaderes con el Nuevo Mundo, al no pertenecer a la nobleza la posibilidad de forjarse un futuro elitista era mas difícil, sin embargo cabía la posibilidad de ingresar en alguna de las cuatro órdenes militares existentes y conseguir con ello integrarse en esa clase dirigente, en su caso ingresó en la Orden de Calatrava siendo niño. La muerte de sus hermanos mayores y de su propio padre, le hace heredero de un importante patrimonio, con veintiún años se casa por poderes con doña Jerónima Carrillo de Mendoza y tras la muerte de ésta en 1661, su vida licenciosa hasta el momento da un giro experimentando una conversión espiritual que le lleva a abrazar la vida religiosa y desdeñar los bienes terrenales, lo que le permite conocer a la Hermandad de la Caridad y su callada labor, medio por el cual le llevaría a ayudar a la muerte enterrando a los ajusticiados, por lo que decíamos anteriormente, si pensaba que la muerte le perseguía, que mejor manera de asumir su futuro que ayudando a la propia muerte. La Sevilla que vivió Mañara era una ciudad de contrastes, rica por el tráfico con las Indias permitió la llegada de un gran número de artistas al amparo de esa riqueza, pero esas mismas circunstancias hicieron que también llegaran numerosos menesterosos y la aparición de enfermedades. Ambos extremos los vivió nuestro personaje y de ello se benefició el Hospital de la Santa Caridad con los encargos que realizó para decorar su Iglesia, obras de artistas de la talla de Valdés Leal y sus Jeroglíficos de la Postrimería basados en el Discurso de la Verdad de Mañara, trabajos de Murillo, Martínez Montañés, Pedro Roldán y otros, de los cuales, algunas de sus obras fueron hurtadas por el nefasto mariscal francés. Todo lo anterior nos lo ha pormenorizado nuestro ponente con su magnifica capacidad para la comunicación, algo que ha conseguido al ver que la expectación que ha creado su conferencia ha contado con la aprobación de todos. Enhorabuena y esperamos volver a compartir la tribuna en otra ocasión.