Hoy en el Círculo Mercantil hemos celebrado un nuevo acto sobre el Parque
de María Luisa, aunque en esta ocasión como suele ser habitual en quien nos
acompaña, Don Gabriel Solís Carvajal, es a través de sus imágenes. Comienza
su proyección con un apunte de exaltación a ese enclave florido, pulmón de la
ciudad y corazón de Sevilla, y es que como ya le conocemos en esa faceta de
pregonar las excelencias de una tradición o rincón sevillano, nuestro
interviniente le imprime una gran sensibilidad a la hora de recitar lo que
compone. El parque se remonta a 1893, año en que la Infanta Mª Luisa de Borbón
cede a la ciudad la mitad de los jardines del Palacio de Montpensier,
posteriormente el arquitecto francés Jean Claude Forestier se hace cargo del
diseño que hoy disfrutamos, inspirándose en los jardines del Generalife y de la
Alhambra, el pasado año, el día 18 de abril, celebramos el primer centenario de
su inauguración. De los antiguos jardines se conservan el templete de la Isleta
de los patos, el estanque de los Leones y el monte Gurugú. Como hemos podido
ver en las imágenes que nos ha proyectado, se han podido contemplar los muchos
rincones que nos permiten relajar la mente, contemplar el amplio colorido que
proporcionan sus flores, la diversidad de aromas, el frescor que proporcionan
sus fuentes, el descanso a la sombra de sus glorietas, especialmente en el
periodo estival. El parque fue uno de los pilares fundamentales de la Exposición
Iberoamericana, si ya por si sólo proporcionaba belleza por su frondosa vegetación,
la nueva configuración con la plaza de América y sus pabellones le
proporcionaron la singularidad por la que es famoso en el mundo entero. Afortunadamente
como hemos podido ver en la magnifica colección de instantáneas, los sevillanos
disfrutamos de un enclave único dentro de la ciudad. Como decía Juan Antonio
Cavestany, poeta y escritor sevillano, en su poema dedicado al Parque de María
Luisa...
Escuche usté, amigo:
¿Ha estado usté en Sevilla?
¿Ha visto usté el Parque de María Luisa?
¿Que no lo conoce?
¿Que no ha estao usté allí?
Pues...usté no sabe
lo que es un jardín.
No, señó,
No lo sabe usté,
se lo digo yo.
Pues nosotros si hemos estado allí, aunque solo haya sido a través de las
magnificas fotografías que Gabriel Solís nos ha traído, enhorabuena por sus
magnificas instantáneas. Tras este paseo, nos tenemos que encaminar a la Santa Iglesia
Catedral para deleitarnos con el concierto que periódicamente nos regala Don
José Enrique Ayarra, maestro organista con una reconocida trayectoria musical,
no sólo en Sevilla, sino también en Roma y en otras ciudades. Hoy hemos vuelto
a sentirnos unos auténticos privilegiados, a pesar del frio que estamos
soportando en estos días. A ambos nuestro agradecimiento por la predisposición
gratuita a colaborar con el Curso de Temas Sevillanos.