FUNDAMENTOS


22/1/15

22/1 LUIGI MARÁEZ Y ÂLIME HÜMA

Hoy en el Real Círculo de Labradores nos han visitado nuevamente una pareja muy apreciada por el Curso, Luigi Maráez y Âlime Hüma, dos personas que sienten profundamente el legado que dejó Gustavo Adolfo Bécquer, dos grandes estudiosos de la vida y obra del poeta. Esta pareja quizás sean merecedoras de algún reconocimiento por parte de las instituciones culturales de nuestra ciudad, por mantener vivo el recuerdo del poeta con sus estudios y la difusión de sus conocimientos a través de su música, todo un empeño reivindicativo de la figura del poeta del romanticismo. Pero este empeño no se queda solo en el conocimiento de su obra, este empeño les lleva a tratar de conseguir por medio de la solidaridad de las personas con un mínimo de sensibilidad por la poesía becqueriana, los fondos suficientes para reponer el monumento que se encontraba en tierras del Moncayo y que la delincuencia sustrajo para ser vendido como chatarra, el vandalismo desgraciadamente está muy extendido, pero esta no está siendo una empresa fácil, ya que no se están consiguiendo los fondos que sufraguen el coste de un nuevo monumento, por ello desde aquí se hace esta llamada para que aquellos que estén interesados aporten su granito de arena. Hoy han comenzado por entonar un poema de Augusto Ferrán, el primer poeta en hacer una recopilación de Cantares, el primero es "Epitafio para una joven", un poema propio que cuenta cómo aparece una joven enamorada ante su madre tras haber visto a su amante, primero con las manos encarnadas, poniendo la excusa de venir de recoger rosas y haberse pinchado con una de las espinas, otra vez traía la los labios encarnados, a lo que ella ponía una nueva excusa, pero en otra ocasión apareció con el rostro pálido, a lo que ella respondió que su amante le había engañado. Un poema que ellos han musicado y ha gustado mucho, como el resto de los que nos han ofrecido, cómo “Los Versos del Extranjero” o el que luego nos ofrecieron, el que narra el amor entre Asís y Asisa, un amor existente desde la niñez pero un día el joven decide marcharse para conocer otros lugares, dándose cuenta con el tiempo de que desea volver a su origen y retomar su relación, pero cuando llega, su amada ya no se encuentra en este mundo. Un poema precioso que cuenta una historia perfectamente posible. En este momento Luigi nos recuerda que pudo pasar para haber sido muy seguido y respetado por los intelectuales de su época y pasar totalmente al olvido por los nuevos intelectuales, Antonio Machado llego a decir de él que era el auténtico ángel de la poesía. Mostrando que la poesía ni describe ni se rige por ideologías, se mantiene al margen. A continuación nos recuerdan a una sevillana desgraciadamente desaparecida y amante de la obra becqueriana por su similitud en su corta obra literaria, Concepción Estevarena, cantándonos dos de sus poemas, tras este recuerdo le cantan al Cristo de las Mieles, una de las mejores y mas querida obra de Antonio Susillo. Tras Susillo cantan un poema de Machado, “No hay que llorar, ¡Silencio!”, tras éste le llega el turno a “Soldadito de plomo”, el famoso cuento en el que los muñecos cobran vida durante la noche. Y no habiendo mas tiempo se despiden con otro de los poemas más conocidos de Gustavo Adolfo Bécquer, “Volverán las oscuras golondrinas”. Enhorabuena a ambos por tan magnifica y desinteresada colaboración.