Esta tarde en el Casino Militar hemos celebrado un nuevo
acto dedicado al montaje de un Paso de Palio, un extraordinario documental
realizado por un buen amigo del Curso, don Salvador Vélez Arenas, director
y realizador cinematográfico, autor de innumerables trabajos dedicados a
nuestra ciudad, todos ellos muy interesantes al desvelarnos pasajes de nuestro
Patrimonio Cultural, mostrando y acercándonos planos desconocidos para el ojo
del visitante, que sólo la magia que imprime a la cámara el señor Vélez, hacen
posible que lo podamos disfrutar desde la cercanía que nos trae su objetivo.
Hoy nos ha permitido ver algo que en estos momentos viven muchas Hermandades,
el montaje de un Paso de Palio, en este caso ha sido la Hermandad de la
Trinidad la que ha concedido el plácet para que pudiera filmar ese
acontecimiento ante la negativa de otras y por ello nuestro agradecimiento a
su Junta de Gobierno por acceder a que en este tiempo cuaresmal podamos ver el
trabajo que realizan los priostes y otros miembros de la Corporación. Este ha sido un documental
muy reconocido internacionalmente, desde televisiones de New York a otros
rincones alejados de nuestra geografía. Es un trabajo realizado desde el
respeto de la intimidad de la querida Hermandad de la Trinidad, siendo el Curso
esta tarde, el beneficiado de poder admirar estas imágenes inéditas y
desconocidas. El trabajo de la priostía comienza con la preparación de la plata
que adornará la cofradía en la calle, un trabajo arduo que realizan los
hermanos bajo la supervisión de los responsables de la custodia de esos
enseres, tras sacarles brillo le llega el turno a los bordados de bambalinas y
manto, una limpieza a fondo muy delicada de las flores de acanto que adornan
ese tejido, bordados en general realizados con hilo de oro, una labor sensible
ya que suelen llevar entre quince y veinte kilos de oro en su confección, confección
que llevan a cabo una legión de manos experimentadas en el bordado para
conseguir piezas de arte andantes. Tras la limpieza comienza el montaje de la
parihuela atornillándole el tablero bajo el que se sitúan las trabajaderas en las que se colocan los costaleros que hacen posible la
coreografía en su recorrido. Ahora le toca el turno al palio, se iza y nivela
para que las bambalinas, escudos y varales puedan ser asegurados y no provoquen
un desafortunado accidente en su discurrir, el varal repujado y cincelado está
compuesto por el basamento, la caña y sus macollas y rematados por la perilla,
son doce varales en total siendo los de las esquinas los maestros. El medallón
bordado o pintado en el techo del palio se denomina Gloria. Una vez queda
montado el palio le toca el turno a la peana sobre la que irá la Virgen Titular
de la Hermandad, se montan los candeleros que soportarán las velas que iluminarán
a la Sagrada Imagen y se colocan las flores de cera rizada, se coloca a
la imagen de la Virgen, normalmente vestida de hebrea, la parte mas complicada es la
colocación del manto, pero primero se coloca un armazón de tal manera que
no toque a la imagen para evitar el deterioro de ésta. Una vez realizado esto
se remata el palio con los cordones que cuelgan de los remates de los varales y
se monta toda la candelería y velas rizadas que se sitúan
al lado de las llamadas marías, por ser las que están mas cerca de la Virgen.
Una vez terminada esta minuciosa tarea se montan los faldones que ocultan la
magia de los costaleros en su peculiar manera de andar, se ponen los
respiraderos que aliviaran el calor que se genera en el interior y se montan
las maniguetas. Una vez que el paso está totalmente terminado se monta el manto
y se ajusta a la cabeza de la Virgen y a las varillas del armazón. Se colocan
los candelabros de cola, sus guardabrisas y las velas, se ponen las jarras en
los espacios entre varales y se termina con la colocación de la Corona de
ráfagas y estrellas de la Virgen y el pañuelo en su mano derecha, se pone el
llamador y se adorna todo en el último momento con las flores frescas, de esta
manera se finaliza una obra de arte, en esta ocasión se trata de Nuestra Señora
de la Esperanza. Curiosamente en el año en que Salvador Vélez realizó este
magnifico trabajo, otro compañero del Curso, Manuel Rodríguez Hidalgo, fue
designado pregonero de las Esperanzas dando el pregón en el colegio salesiano
anexo a la Basílica. Ha sido extraordinario el documento gráfico que nos ha
traído el señor Vélez a quien agradecemos su continua y desprendida colaboración
con nuestra Institución. Enhorabuena.