Esta tarde hemos celebrado un nuevo acto sobre un tema de suma
importancia para las relaciones entre los distintos países, la diplomacia y en
menor medida el consulado aunque mas cercana, para ello hoy nos ha acompañado
don José Carlos Ruiz-Berdejo Sigurtá, cónsul honorario de Chipre y Presidente
del Cuerpo Consular acreditado en Sevilla. El mundo diplomático y consular se
remonta a la antigüedad ante la necesidad de establecer relaciones entre los
pueblos, unas veces para dirimir diferencias que evitaran el conflicto entre
ambos y por otro para establecer relaciones comerciales. La diplomacia toma su
nombre del documento público y enrollado para preservar el contenido escrito,
su función era acreditar a la persona que lo portaba ante las autoridades del otro
pueblo, era lo que se venía a llamar Diploma. Este representante tuvo gran
importancia en los pueblos egipcios, romanos, griegos, chinos e indios, todos
ellos pueblos de gran importancia e influencia en la antigüedad. Pero si antiguamente era
importante mas lo es en el presente, sobretodo los que nos representan en las
organizaciones internacionales, cómo la ONU, OCDE, OTAN y las Instituciones de
la Unión Europea, entre otras, todas ellas para fortalecer las relaciones
comerciales, evitar las diferencias entre los Estados o la defensa del bloque
de Estados. En toda embajada existe una jerarquía en la que el embajador ocupa
el cargo principal, le siguen el nuncio, ministros plenipotenciarios y los
encargados de negocios, todos ellos gozan de inmunidad diplomática y determinadas
exenciones impositivas. Pero hasta el establecimiento de las embajadas
permanentes en el siglo XVII, los realmente importantes eran los Consulados y
embajadores itinerantes que portaban determinadas misiones en países distintos,
como la misión japonesa que llegó a España en 1615, cuyo objeto era establecer
relaciones políticas y comerciales con la Corona de España, famosa representación
diplomática entre los sevillanos por los vestigios que han quedado en Coria del Río. En la
actualidad la misión del Consulado es la de prestar asistencia y protección
jurídica a los nacionales del país que representan, de acuerdo con lo que
establece el derecho internacional y respetando las normas del Estado que les
acoge, dar la cobertura necesaria que mejoren las relaciones mutuas. En los
consulados el máximo cargo lo desempeña el cónsul, unas veces surgen de la
carrera diplomática y otros son honoríficos al no pertenecer a la carrera
diplomática, sin embargo son nombrados por tener algún tipo de vinculación con
el país que representa y una valía contrastada, como es el caso de quien nos
acompaña, que en un principio fue nombrado cónsul de Italia en nuestra ciudad
por el tiempo que estuvo residiendo en aquel país, en la actualidad representa
a Chipre. Ha sido un placer asistir a su intervención y conocer de cerca la
labor diplomática que desempeña, una labor que nos proporciona protección y
seguridad fuera de nuestras fronteras. Le agradecemos sumamente su colaboración
en el Curso de Temas Sevillanos.