FUNDAMENTOS


14/10/14

14/10 MANUEL PABLO RGUEZ. RGUEZ.



Hoy en el Casino Militar hemos asistido a la celebración de un nuevo acto, un acto con el que hemos disfrutado porque el tema expuesto es muy interesante y del que tenemos buena muestra en Sevilla, aunque en ocasiones esas muestras son un tanto desconocidas, por ello, para despejarnos las dudas nadie mejor que Don Manuel Pablo Rodríguez Rodríguez, un joven conferenciante con cierta habilidad para comunicar sus conocimientos al auditorio presente, el título de su conferencia “Historia de la Cerámica Sevillana”, es un tema atractivo y muy presente en nuestra ciudad. Comienza su disertación con unos versos dedicados a la alfarería que se encuentran en un azulejo cerca de Cerámicas Santa Ana, "Oficio noble y bizarro, entre todos el primero, pues en el arte del barro, Dios fue el primer alfarero y el hombre el primer cacharro". El barro siempre presente en la historia de la Humanidad, ha pasado de la obtención de vasijas para el uso cotidiano, a la categoría de arte, como así nos lo ha mostrado Manuel Pablo, no solo con su autorizada palabra sino con la exposición de sus imágenes, mostrándonos los muchos paneles existentes en nuestras calles de una calidad indudable. Triana, arrabal que siempre ha contado con su industria alfarera, tuvo su auge con la dominación árabe, aunque en el siglo XVI con la llegada de Niculoso Pisano la técnica empleada en la cerámica vivió una gran revolución al pintar sobre un azulejo plano, como podemos ver en la Portada del convento de Santa Paula o en el oratorio de los Reyes Católicos del Real Alcázar, hasta su llegada el dibujo era eminentemente geométrico, con él se emplea el dibujo figurativo en la cerámica. Otro autor destacable de finales de ese siglo es Cristóbal de Augusta, seguidor del ceramista italiano, a él se deben los zócalos del Palacio Gótico y el panel cerámico de la Virgen del Pópulo y del friso de azulejos de las Santas Patronas y Mártires que se encuentran en el Claustro de los Bojes del Museo de Bellas Artes, Fue un siglo en el que el número de encargos era muy elevado, tanto dentro de las fronteras como en las tierras de ultramar, surgiendo grandes artistas como los anteriores. Otras muestras destacables, son la fachada de la Iglesia de la Caridad, el retablo del Cristo del Amor en la fachada de la Iglesia del Salvador. En este momento dignificó con su recuerdo a un polifacético personaje de nuestra ciudad, Don José Gestoso, mediador para que el uso de la azulejería se hiciera visible en la decoración de distintos palacios y casas nobles, aunque el empuje definitivo tuvo lugar con la celebración del gran evento del siglo XX, la Exposición Iberoamericana del 29, en la que el azulejo tuvo un papel predominante en la ornamentación de Pabellones, plazas, fuentes y glorietas del entorno. Como en su anterior comparecencia ha sido todo un deleite escucharle, esperamos que se repita porque el tema es digno de ser conocido por el resto de compañeros.