Hoy ha sido otro
de esos días maratonianos, la jornada ha comenzado al mediodía con nuestra
visita a la Capilla Real para postrarnos ante la Virgen de los Reyes como es
preceptivo en nuestro Curso al comenzar el ciclo académico. En esta ocasión han
sido mayor el número de compañeros que han asistido, es bueno que poco a
poco vaya calando entre los compañeros el mantener esta tradición, la celebración
de la misa de Espíritu Santo dando gracias por un nuevo año y en la que como en
ocasiones anteriores, es el padre don Manuel Portillo el oficiante. Tras
ponernos a bien con quien tiene en su mano el libro de nuestro destino, nos
encaminamos a realizar algo más prosaico, el almuerzo de comienzo del nuevo
Curso, en esta ocasión y ojala se mantenga por muchos años, ha sido en el salón
del Centro Cultural del Ejército, un salón lo suficientemente amplio y acogedor
para que cómodamente podamos convivir ante las viandas que nos han preparado.
El
trato del personal encargado del comedor ha sido inmejorable, un trato
exquisito y diligente ante cualquier petición, en cuanto a la comida que nos
han servido, ha sido muy bien elaborada y condimentada justamente, hemos
empezado por un pescado frito, ideal para acompañar la cerveza o el vino de
entrada, a continuación una vez que hemos saciado la sed que traíamos, nos han
puesto un arroz caldoso con bastante buen sabor por las gambitas y la carne que
acompañaba, tras este buen cuchareo, la carne, estaba buena, pero en eso no soy
un experto, creo que era una carne al horno con salsa de almendras, pero como
decía antes, estaba bastante sabrosa, y para terminar, el postre, un trozo de
tarta de chocolate como colofón a este magnifico almuerzo. Pero si buena estaba la comida, lo mejor de estos momentos es
la convivencia, es el momento en el que mejor nos conocemos, de manera mas
desenfadada, pero siempre desde el respeto, que no quiere decir ni distante ni
serio. En definitiva un tiempo muy enriquecedor y más cuando Don Antonio nos
desvela que Angelita Fajardo, una señora entrañable y sumamente cariñosa,
celebra su cumpleaños, la edad la voy a omitir deliberadamente porque ya se
sabe que a las personas maduras no les gusta que se desvele, de todas formas a
mí particularmente me ha sorprendido. MUCHAS FELICIDADES.
Desde aquél remoto local
en la plaza de Molviedro al día de hoy, la obra de Don Antonio ha logrado un
gran Patrimonio humano, desde aquellos pocos alumnos que iniciaron esta feliz
aventura, al día de hoy con setecientas personas que semanalmente pasan por las
distintas sedes, podrían ser aún más pero desgraciadamente no existen locales
céntricos que permitan aumentar ese número. A ese patrimonio hay que sumarle
otro pilar fundamental, los conferenciantes. Esta Institución cuenta
afortunadamente con personalidades en distintas materias con un bagaje
profesional contrastado, personas de nombre y renombre, todos ellos con el
deseo expreso de su desinteresada colaboración, la lista es interminable, pero
es bueno conocer algunas de las especialidades que han pasado por nuestra
tribuna, arquitectos, ingenieros, abogados, historiadores, médicos, economistas,
periodistas, poetas, escritores, profesores de universidad, políticos con
responsabilidad municipal y autonómica, y un largo etcétera. Pero hay otros
colaboradores como el grupo Abanico o Madreselva, la coral Santa Ángela, la
Banda Sinfónica Municipal o las bandas de los ejércitos, las agrupaciones
musicales y tantos otros, que gratuitamente nos ofrecen sus conciertos periódicamente. Mención aparte merecen las distintas Instituciones que nos brindan sus salones para poder celebrar nuestros actos, como el Excmo. Ateneo o el Real Círculo de Labradores que hoy nos abre sus puertas, el Círculo Mercantil e Industrial, el Centro Cultural del Ejército, la Real Maestranza de Caballería, el Pozo Santo y otros edificios religiosos, el Cuarto del Almirante del Real Alcázar que en su momento lo disfrutábamos una tarde al mes y hoy desgraciadamente se nos impide. Todo esto no habría sido posible sin el piloto, Don Antonio Bustos Rodríguez, que maneja esta nave, una nave
que aún tiene el depósito con suficiente combustible para recorrer el camino
que le lleve a las bodas de oro. La charla que el amigo Manolo nos ha brindado ha gustado tanto que algunos compañeros le han pedido la posibilidad de ponerla en este medio para que otros la puedan disfrutar. A continuacion la encontrarán resumida.