Hoy en Real Círculo
de Labradores hemos celebrado un nuevo acto que ha convocado a gran número de
personas dado que el interviniente de hoy, Don
Nicolás de Jesús Salas, es un cronista de nuestra ciudad muy seguido en sus
intervenciones. Hoy con ocasión del centenario de nuestro Parque nos ha
ofrecido una interesante charla bajo el título “100 años del Parque de María
Luisa”. Un excelente parque que durante muchos años fue el pulmón verde de la
ciudad. Hoy nos ha hablado sobre las distintas Glorietas, Fuentes y Pabellones que conforman este espacio, todos hechos con sumo gusto que invitan al paseo.
Pero si la cultura y la educación de un pueblo se mide por el respeto a sus
jardines, Sevilla no ocupa un lugar preeminente, ya que nuestro Parque sufre,
al igual que el mobiliario urbano y los monumentos de la ciudad, una oleada de
vandalismo cuyas principales victimas son las cerámicas, azulejos, barandas y
balaustradas que decoran los distintos rincones. Sin embargo este hecho no ensombrece la belleza de ese entorno. Es
un rincón paradisíaco que aporta sosiego y frescor, tan necesarios en nuestro
tiempo. Su historia comienza en 1893 cuando la Infanta María Luisa Fernanda de
Borbón cede la mitad de los jardines del Palacio de Montpensier. Pero con ocasión
del gran evento del siglo XX, la Exposición Iberoamericana, se le encargó su
nuevo diseño al arquitecto artífice del Bosque de Bolonia de París, Jean Claude
Forestier, inspirándose en los grandes jardines españoles, el Generalife y la
Alhambra, siendo inaugurado el 18 de Abril de 1914. En su extensión se pueden
contemplar espacios para relajar la mente y disfrutar del aroma de sus flores,
el frescor que proporcionan sus muchas fuentes, el descanso en sus glorietas y
plazas y la sombra que proporciona su masa arbórea. La Exposición se sirvió de
este entorno para dotarlo aún de más belleza, como la Plaza de América, un
espacio muy admirado por su configuración, la gran armonía que confieren sus
jardines, estanque y pabellones, siendo Aníbal González el gran artífice de una
gran parte de su construcción, integrándose todo en un Parque, que sin ser
excesivamente extenso, 340.000 metros cuadrados, si es conocido y reconocido. Don
Nicolás además nos ha ampliado la información con los Pabellones Provinciales,
desafortunadamente desaparecidos, como tantos otros edificios añorados,
hoy los hemos conocido por las imágenes que nos ha proyectado del impresionante archivo
fotográfico que posee. Enhorabuena y una vez más ha quedado claro el porqué es
considerado el Cronista de nuestra ciudad, sus conocimientos son de gran
trascendencia y sabe compartirlos.