En el acto
que ayer celebramos en el Excmo. Ateneo contamos con la presencia del Cónsul
General de Perú, Don Javier Sánchez-Checa Salazar, quien tuvo la deferencia de
acompañarnos para contarnos el pasado y el presente de un país amigo de España,
con fuertes vínculos en nuestra común historia, además fue de las primeras
personalidades que dieron su apoyo a la ilusión que Don Antonio Bustos tuvo
hace veinticinco años y que hoy es una realidad en el ámbito cultural de
nuestra ciudad. Perú cuenta según se evidencia por los numerosos estudios al
respecto con casi ocho mil años de existencia desde que esos primeros hombres
dejaron su huella impresa en Toquepala. La primera cultura que aglutinó a todas
las restantes es la cultura Chavin, sus principales actividades se concentraban
en la caza y el cultivo, llegando a tener un agricultura muy desarrollada, a
ellos se deben la construcción de terrazas y plazas con un dominio absoluto de
la piedra tallada, para tener mas zonas cultivables. Tras muchas otras
civilizaciones llegan a la de Nazca, estableciéndose en zonas desérticas
aprovechando el conocimiento para llevar el agua a través de canales
subterráneos, perviven hasta el 900 d.C., de ellos son conocidos los
misteriosos dibujos de tamaño descomunal. La Incaica surge en el siglo XIV
convirtiéndose en la más grande e influyente del Continente, gozaba de una gran
organización y de una capacidad para aglutinar los conocimientos de los
antepasados. Fue una civilización teocrática, en la que el poder político
emanaba directamente de Dios. Gozaron de un gran dominio de la ingeniería, de
lo que tenemos buenas pruebas, la agricultura también la desarrollaron
cultivando y adoptando métodos de conservación de las especies vegetales.
Cuando los españoles llegaron con Francisco Pizarro, el Imperio Inca se
encontraba a pleno desarrollo, sin embargo desaparecen como Imperio con el
apresamiento del último Inca Atahualpa, siendo esclavizados para conseguir los
metales preciosos que se encontraban en las entrañas de sus montañas, durante
el tiempo que duró el Virreinato hasta la Independencia de Perú en el primer
cuarto del siglo XIX. El nuevo Perú surgido tras ese tiempo de sometimiento,
tuvo que luchar denodadamente contra la crisis económica provocada por la falta
de recursos y los enfrentamientos armados con los países vecinos. Hoy pese a la
situación económica, ve el futuro con cierto optimismo. Su vinculación con
Sevilla surge con ocasión de la Exposición Iberoamericana del 29, su Pabellón
es una joya arquitectónica muy considerada por los sevillanos, es un edificio
que refleja fehacientemente el país al que representa, con elementos de su
pasado preincaico, incaico y colonial, con figuras de animales de su fauna y flora.
En Perú podemos distinguir tres grandes zonas bien diferenciadas, la que se
encuentra en la Costa del Pacífico, la tradicional Andina y la Amazónica que
representa el cincuenta y ocho por ciento de su superficie. Cuenta con una población
cercana a los treinta millones de habitantes, de los que diez millones residen
en Lima, su capital. Perú es todo un ejemplo de multiculturalidad por las distintas etnias que conviven entre sí, todo un ejemplo de calidad humana, por su léxico, por su carácter, un país rico en su diversidad biológica, en recursos minerales, esperando la inversión necesaria para su explotación, una apuesta segura en un futuro cercano.