Ayer tras la conferencia en la Sala de Carteles, nos
esperaba otra en la Capilla de la Carretería, una conferencia que aunque su
título podría dar a entender que sería algo reivindicativa, no lo fue así
en absoluto, San Isidoro ¿de Sevilla o de León?, nuestro ponente, el leonés Don
Mario Díez-Ordás Berciano, abogado de profesión pero cofrade y muy sevillano en sus convicciones, nos introdujo en la historia de la vida y
obra del Santo Obispo de Sevilla. Con ocasión del 950 aniversario del traslado
de sus restos a León, disertó al respecto en la Iglesia de San Isidoro, lo que
nos muestra a un conocedor y estudioso del protagonista de su lección, aunque
está disconforme con la ausencia de manifestaciones mas vivas de San Isidoro en nuestra ciudad,
pero es innegable que se encuentra muy presente en el corazón de los
sevillanos. La presencia del Santo en nuestras tierras se debió al exilio
obligado de su familia, siendo su hermano San Leandro el que veló, tras la
muerte de sus padres, por su educación. Desde muy joven se interesó por el
conocimiento de la cultura clásica, realizó estudios eclesiásticos que le llevó
al conocimiento de las lenguas, dominaba el latín, el hebreo y el griego.
Fundador de escuelas episcopales en Sevilla, Toledo y Zaragoza. Elaboró las
normas que debían regir los monasterios para lo cual fundó escuelas monacales. Reorganizó
la Iglesia Visigótica. San Isidoro se encontraba en la vanguardia eclesiástica
y del saber en Europa. Como escritor fue de los mas destacados, autor de las
conocidas Etimologías, recoge el conocimiento y el saber clásico, una obra
vigente a día de hoy, una enciclopedia que compendia múltiples facetas del
saber, la gramática, las matemáticas, la religión, geografía, el derecho, las
ciencias naturales y las lenguas de los pueblos entre otras, llegando a ser el
estudio de este compendio imprescindible en su época. Presidió el Concilio de
Trento, canonizado en 1598 y Doctor de la Iglesia desde 1722. Sus restos
mortales reposan en San Isidoro de León tras su traslado desde Sevilla en 1063,
escoltados por el obispo de León Alvito y Ordoño de Astorga. Con la simpatía de
nuestro conferenciante llegamos a la conclusión de qué mas da como se llame o se le conozca, en Sevilla
seguirá siendo San Isidoro de Sevilla y en León es San Isidoro de León, la
diferencia es que en nuestra ciudad lo disfrutamos en vida y en León se custodian
y se veneran sus reliquias. Extraordinaria conferencia con la que quedamos mas
tranquilos al saber de primera mano el origen y las vivencias de un Santo tan presente
en ambas ciudades. Enhorabuena y por supuesto agradecerle a la Hermandad de la Carretería y a su Hermano Mayor por la deferencia que han tenido con nuestro Curso al acogernos en este encuentro cultural.