Esta tarde en el Excmo.
Ateneo hemos tenido el placer de recibir al Profesor de Historia del Arte don
Gerardo Pérez Calero para hablarnos, con ocasión del V centenario del
nacimiento de Santa Teresa de Jesús, de la presencia de la Santa en las Bellas
Artes. Cómo sabemos nace en Ávila el 28 de marzo de 1515 en el seno de una
familia numerosa, diez hermanos mas dos hermanastros, su inclinación religiosa
comienza siendo muy pequeña, momento en el que se interesa por la vida de
distintos santos, tanto es así que en plena infancia se intenta fugar junto a
su hermano para ir a tierras de martirio, tierra de moros, pero ese intentó se
vio truncado cuando su tío se los encuentra a la salida de Ávila,
devolviéndolos a la familia. La España del momento estaba inmersa en pleno
periodo conquistador y en la transición del Gótico al Renacimiento que nos
llegaba de Italia y al Barroco, en ese periodo aún no tenía decidida su
vocación religiosa, pero a medida que la familia se iba desgajando por
distintos motivos, su inclinación a la vida monástica se acrecienta y sigue los
pasos de una amiga suya e ingresa en el Monasterio de la Encarnación de su
ciudad, en el que llega a ser su priora. En esa estancia comienza su vida
mística llegando a tener visiones y experiencias sobrenaturales que le llevan a
una rigurosa entrega religiosa buscando la perfección, lo que le impulsa a
reformar la Orden del Carmelo y a la primera fundación del monasterio de San
José de Ávila, primera fundación que sufrió grandes críticas desde la propia
Iglesia y las autoridades civiles. Pero su entusiasmo y voluntad le llevó a
fundar diecisiete conventos, de su amistad con San Juan de la Cruz, al que
conoció en Medina del Campo, surge el que éste se uniera a la reforma
emprendida y fundaran el primer convento masculino en Duruelo. Su obra y su
vida santificada provocó que el Papa Pablo V la beatificara en 1622 y Gregorio
XV ocho años después la canonizara. Tras este último acontecimiento, Felipe IV
decide en 1626 nombrarla Patrona de las Españas junto a Santiago Apóstol. En
1970 Pablo VI la nombra Doctora de la Iglesia, entre las que se encuentran
Santa Catalina de Siena y Santa Teresita del Niño Jesús, esta última también
carmelita descalza. En cuanto a la iconografía de la Santa en las Bellas Artes,
nos muestra distintos momentos de su misticismo, visiones y éxtasis, pero
siendo abundantes las obras existentes al respecto son algo desconocidas, por
un lado afecta el poco interés que despiertan y por otro las numerosas obras de
escaso valor artístico, ello no quiere decir que no existan otras de
reconocidos artistas que han logrado maravillosas obras, cómo por ejemplo el
grupo escultórico en mármol blanco de Bernini en el que aparece en pleno trance
divino, esta obra se encuentra en Roma en la iglesia de Santa María de la
Victoria. En Alba de Tormes podemos ver una obra del taller de Gregorio
Fernández en el que aparece una escena de la infancia de la Santa. A Teresa de
Ávila se la suele representar recibiendo los Sacramentos de manos de otros
Santos, cómo San Pedro de Alcántara, una obra de Claudio Coello que se
encuentra en Madrid, con este Santo aparece en alguna otra obra depositada en
el Museo del Prado. De su Transverberación también hay otras obras reconocidas,
algunas se encuentran en Sevilla, en las iglesias del Santo Ángel o Santa Cruz.
Cómo se decía anteriormente el número de obras artísticas sobre Santa Teresa es
muy numerosa, cómo por ejemplo las de Alonso Cano, Juan de Roelas, Goya o
Salzillo, entre otros, a las anteriores hay que añadir su presencia en
múltiples retablos, todo ello haría interminable este listado, sin embargo la peculiar
cualidad de nuestro ponente al impartirnos esta lección magistral, nos ha
resultado amena, constructiva y muy formativa al permitirnos conocer otro aspecto
de nuestra protagonista a través no sólo de las magnificas imágenes que nos ha
proyectado sino por su acreditada y docta palabra. Enhorabuena por esta
extraordinaria charla.