Hoy en el Círculo
Mercantil hemos celebrado un acto en homenaje a una buena persona, genio de la
poesía, gitano y trianero por convencimiento, Eugenio Carrasco Morales,
conocido también como el Perlo de Triana. Ha sido un
homenaje póstumo tributado por el Curso y la colaboración de una serie de
buenos amigos del poeta, por el que sentían el cariño, aprecio y la admiración
debida. En total han sido nueve poetas, podrían haber sido muchísimos más, pero
nuestro enemigo es el tiempo que inexorablemente vigila nuestros actos. En
primer lugar ha intervenido José Luís González Cáceres,
responsable del grupo Noches del Baratillo, comenzando con “Quiero cantar y
canto…” una poesía bellísima de Eugenio, para seguir con la breve semblanza
pero llena de inmenso cariño, mostrando la mutua amistad que sentían. A
continuación interviene Agustín Pérez González, de la
Asociación ITIMAD, dedicándosela al genio de un genio, al Perlo y al burro que
le acompañaba en su juventud para ayudarle a sobrellevar la carga con la que
sobrevivían. En tercer lugar, un trianero adoptivo, Francisco Soler, cuyo
Balcón Trianero nos da una visión general de la cotidianidad del barrio en la
Red, y como amigo de nuestro poeta, nos relata recuerdos que ambos vivieron,
además de un soneto en el que define el cariño que sentía por el tristemente
desaparecido y su querida Triana. Tras éste, Pepe Núñez Asencio con su
frescura y gracia habitual, nos describe momentos vividos entre ambos amigos,
de los que decían que si uno era nacido en el Corral del Conde el otro lo hizo
en el Corral de las moscas. En su elegía dejaba ver la buena y sana amistad que
sentían entre ambos, gran conocedor de su obra, compuesta por más de
setecientos sonetos, de la que nos recitó alguno de ellos. A continuación Manuel
Ortiz Pérez, otro de los responsables del Balcón Trianero, esa revista
que ha visto la luz con las nuevas tecnologías, nos mostró el respeto que
sentía por Eugenio y por su obra dedicada a su barrio de Triana. Le siguió
nuestra querida compañera y amiga Marisa Cerdá Lajo, cuya amistad y
respeto por nuestro poeta, le llevó a contar con su presencia en múltiples
actos organizados por el Curso, en los que su menuda figura sobresalía por su
grandeza de corazón, su manera de ver la vida y como plasmaba en el papel sus
vivencias, varios de esos libros fueron prologados por Marisa, denotando el
sentimiento de cariño mutuo que ambos sentían. Tras Marisa interviene Maribel
Ortega, alumna que fue del Curso en sus comienzos, otra persona amiga
de nuestro poeta, mostrando la admiración que sentía por Eugenio recitando unos
versos de Platero, Juan Ramón y yo y finalizando con “mi novia la Giralda”. Le
siguió María del Carmen García Moruja, contándonos el momento en el
que conoció a Eugenio y partir del cual nació ese cariño especial, llevándole a
ser una buena conocedora de su personalidad y su poesía, de la que nos recitó
unos poemas dedicados a los Hermanos Machado. Por último el colofón lo puso
nuestra querida María San José, con su gracejo innato nos desgranó las muchas
vivencias que tuvo con el Perlo, ya que ambos compartían distintas actuaciones
en las que la poesía imperaba. Nos recitó uno propio que escribió en memoria de
Eugenio y otro de Rafael de León, que popularizó la pareja formada por Pastora
Pavón y Pepe Pinto y que María con el sentimiento que pone al recitar,
transformándose como solo ella sabe, haciendo que todo el acto haya sido
completísimo en su contenido, el cariño, el respeto y el sentimiento que todos
hemos sentido por ese hombre pequeño de estatura pero grande entre los grandes,
aún no lo suficientemente reconocido por la ciudad para la que tanto escribió.
Nuestro reconocimiento al POETA por el que tanta admiración ha despertado en
nuestra Institución Cultural.