Hoy en el Centro
del Ejército hemos asistido a un nuevo acto de nuestro Curso, en este caso
sobre los Conventos de Clausura de Sevilla, y para hablar de ello nadie mejor
que quien nos ha acompañado, Don José Manuel León Gómez, una persona
sensibilizada con este apartado de nuestra monumentalidad y el deterioro que el
paso del tiempo está dejando al descubierto, ante la pasividad y dejadez de las
distintas administraciones, al negarles la contribución económica que permita
una mínima restauración que salve el futuro de estas joyas arquitectónicas y el
asilo de unas religiosas necesitadas de ese espacio para la oración. Sevilla ha
contado a lo largo de su historia con gran número de monasterios y conventos,
con la Reconquista y cristianización de la ciudad, numerosas congregaciones se
establecieron en esta tierra al amparo del Rey Santo y de su hijo Alfonso X el
Sabio. Posteriormente con el Descubrimiento la ciudad toma un auge inusitado,
tanto a nivel artístico como económico, propiciando la llegada de numerosas
órdenes religiosas y la creación de casas madres auspiciadas por la nobleza.
Nuestro interviniente hizo un especial y acertado énfasis en el Monasterio de San
Clemente, primer convento fundado en Sevilla tras la cristianización y lugar escogido
para el descanso eterno de númerosos miembros de la realeza. Posteriormente nos
llevó al de Santa Clara y hoy desgraciadamente desacralizado y destinado a uso
civil, perdiéndose ese capítulo de la historia sevillana. En Santa Paula
admiramos esa joya arquitectónica, mezcla de gótico y mudéjar en perfecta armonía
y magníficamente conservado. En el Convento de Madre de Dios, recordamos la
reciente visita formativa del Curso, un convento que se hace realidad bajo el
patrocinio de la Reina Isabel la Católica, sirviendo de panteón funerario a
determinados aristócratas, como la familia de Hernán Cortés. La siguiente etapa
de nuestro paseo a través de la magnifica charla que nos ha brindado el sr.
León, nos lleva al Convento de Santa Isabel, un convento destinado a la
educación femenina sin perder su espíritu religioso. Le sigue el del Espíritu
Santo, fundado en 1544 para acoger a las niñas pobres y curiosamente en un
anexo atendían a niñas que en otro tiempo eran clase pudiente y perdieron la
riqueza económica. En definitiva se ha hecho un completo recorrido por los
distintos edificios conventuales existentes en nuestra ciudad, de una manera
muy dinámica y con una exhaustiva exposición, sin el apoyo de la imagen, nos ha
llevado a conocer esa riqueza histórica como legado de nuestros antepasados y
esperando que aquellos responsables de las distintas administraciones permitan
que las generaciones futuras puedan seguir admirando esta riqueza. Nuestra
enhorabuena por la extraordinaria conferencia que nos ofrecido.