Ayer
en el Centro del Ejército tuvimos la oportunidad de asistir a un acto sobre la
Sevilla Mudéjar, cuyo titulo Hijas de la Reconquista, nos presentó el Doctor
Don José Javier Ruiz Pérez, médico pediatra y paseante curioso por la
monumentalidad sevillana, que ha plasmado en su libro con el mismo titulo. El tema expuesto es un paseo dividido en dos partes,
ya que los signos mudéjares en nuestros templos son abundantes, teniendo en
cuenta que tras la Toma de la ciudad por Fernando III de Castilla, se tuvo la
necesidad de construir templos para que la tropa que le acompañó tuviera un
lugar en el que rendir culto, surgiendo el estilo mudéjar que popularizó su
hijo Alfonso X el Sabio, tras la muerte del Rey Santo y de la mano del Obispo
Don Remondo. Buen ejemplo de ello es la Iglesia de Santa Ana en el arrabal
trianero. Ese estilo mudéjar se caracteriza por el uso del ladrillo, ya que la piedra necesaria era escasa y difícil de conseguir, y más siendo
los alarifes de ese arrabal verdaderos artistas en la fabricación de ese producto. Nuestro paseo, que de
manera tan descriptiva nos ha propuesto nuestro interviniente, nos lleva en la
primera jornada a las Iglesias de San Esteban, Santiago y Santa Catalina, ésta
última, verdadera joya y tristemente abandonada por la sinrazón de la
Instituciones públicas, desde aquí nos dirigimos a San Juan de la Palma, San
Andrés, San Martín y San Marcos. Todas ellas nos muestran desde el exterior las
distintas peculiaridades que cada una de ellas posee, como así nos lo hizo
saber y enseñar a través de la magnifica proyección de imágenes el Doctor Ruiz
Pérez, de manera abierta y cercana merced a su elocuencia. El segundo paseo se
inicia en la Iglesia de San Román, otra magnifica muestra de este estilo,
recordando el pasado reciente de la Hermandad de los Gitanos en esa sede y el
entorno de su plaza. A continuación nos lleva a Santa Lucía, otro templo que
tras ser abandonado y desacralizado, ha renacido para uso civil aunque
mantiene su estética exterior, tras éste nos encontramos con San Julián, tan
denostado y perjudicado por la barbarie en el pasado reciente. Después nos
encaminamos a Santa Marina, otro templo testigo de ese vandalismo, a continuación San Gil y terminamos en Omnium Sanctorum. Ha sido
verdaderamente una tarde muy provechosa, teniendo en cuenta que es una temática
que normalmente es bien acogida por nuestra Institución, buena muestra de
ello, es la numerosa asistencia que tuvo, asistencia que mostró su generosidad
con la aprobación de la magnifica disertación que realizó nuestro interviniente,
al que felicitamos y le agradecemos su presencia entre nosotros. A continuación
y sin solución de continuidad nos dirigimos a la Sala Joaquín Turina, que tan generosamente nos presta la Fundación
Cajasol, para presenciar una nueva representación de la compañía de Gloria de Jesús,
en esta ocasión la obra es del premio nobel Darío Fo y titulada “No hay ladrón
que por bien no venga”, una comedia de enredo con la que la risa brotó de
manera continuada, y en la que los actores, aficionados todos ello, pero con gran
profesionalidad hicieron las delicias del numeroso público asistente. Nuestra
enhorabuena y el agradecimiento a este Grupo de Teatro por la colaboración que
nos prestan.