FUNDAMENTOS


1/2/14

31/1 D. MANUEL LOZANO


Hoy concluimos con nuestra programación de actividades del mes de enero en la Sala de Carteles de la Real Plaza, que generosamente nos cede la Corporación maestrante, con la participación de una persona afable, escritor y poeta, Don Manuel Lozano Hernández de Ávila, persona muy vinculada con el mundo taurino y gran aficionado. Comenzó su intervención con un soneto dedicado a la Real Maestranza, en el que denota el cariño que siente hacia esta Real Plaza, cariño recíproco por el respeto que este mundillo le profesa. A continuación otros versos dedicados a ese bello animal, el toro, palabras sentidas y llenas de sensibilidad, en las que además pide el respeto de aquellos que piensan de distinta manera. Unos versos que escenifican no sólo al toro, también la estética de una faena bien hecha, su plástica y su colorido que invade los corazones de un graderío entregado, y como no, el recuerdo a la muy querida Hermandad del Baratillo, tan vinculada con el coso taurino, en el momento en que la figura que se va a enfrentar a su oponente se encomienda a la Virgen de la Caridad. En todos esos versos nuestro interviniente le imprime el sello que define su sevillanía en todas sus expresiones. En un momento dado surge la figura del Padre Estudillo, capellán que ejercía en la Plaza, muy querido por los profesionales que acudían a él, una simples palabras y el miedo desaparecía tornando a serenidad. En estos versos reflejaba el aprecio que Don Manuel sentía hacia esta persona, que hoy ya está gozando en la Gloria eterna. No podía faltar el pasado milenario de unos festejos en los que el toro era el protagonista, pero visto a través de la mitología, además de la aportación de literatos de la talla de Gonzalo de Berceo, Garcilaso, Quevedo o Góngora, o muchos otros de la generación del 27. Pero Don Manuel Lozano no solo escribe sobre la belleza del entorno del toro sino que lo dice imprimiéndole la pasión que siente en su corazón. Ha sido todo un honor tenerle en nuestra Cátedra Taurina, a pesar del resfriado que padecía, al igual que aquellos que le arroparon en la mesa, Don Pedro Escacena, al que se le tributó el homenaje de cariño, a través de la imposición a su querida esposa de la insignia de honor del Curso, o Antonio Martínez Díaz, conocido en el mundo taurino como Finito de Triana, torero que tuvo la suerte bien ganada de haber sido llevado a hombros a su querido barrio, por el éxito alcanzado en su faena, magnifico torero de oro y de plata, al que su propio hijo, Marcos, le impuso nuestra insignia, el Curso le está muy agradecido al aceptar ser asesor de esta Cátedra. Además se le tuvo el merecido reconocimiento a Manuel Artero Cortés, torilero de la Plaza durante veinticinco años. y como no podía ser menos, nuestro amigo y responsable de la Cátedra de Flamenco, Manuel Loreto, dedicándole una carcelera al mítico Manolete, con su sello especial e interpretada de manera magistral. Por supuesto nuestra enhorabuena y felicitación a todos y muy especialmente a Don Manuel Lozano por la magnifica conferencia que nos regaló haciendo las delicias de tantos aficionados a ambas artes, el toreo y la poesía, que tuvimos la oportunidad de disfrutar en ese entorno tan taurino.