Hoy en el Casino Militar hemos celebrado un nuevo acto
dedicado al ciclo de Semana Santa, en esta ocasión se trata de conocer como se
desarrolló la Semana Santa en los años Veinte del pasado siglo, y para conocer
más sobre este interesante tema, hemos contado con la presencia del historiador
don Juan Pedro Recio Lamata, autor además del libro sobre las
Cofradías en la República, un libro muy interesante para todos aquellos con
deseos de conocer nuestro pasado. Para hablar de la Semana Santa de esa época
es preciso conocer el entorno en el que se desarrollaba, la Sevilla de esos
años era una ciudad que vivía una cierta explosión cultural y económica como
consecuencia de la Exposición Iberoamericana, conocer su urbanismo y la llegada
del regionalismo a su construcción, arquitectos cómo Juan Talavera, José Espiau
y sobretodo Aníbal González, artífices de esa nueva Sevilla que nacía. Esa
nueva Sevilla trajo una nueva configuración de sus calles con nuevos ensanches,
la creación de nuevas barriadas que albergaría a las personas que llegaron a la
ciudad buscando un futuro en esa floreciente etapa que se iniciaba, también
llegó una cierta modernización a las hermandades y la creación de otras nuevas
en esas barriadas que nacieron, con lo cual los artesanos que trabajan al
amparo de las cofradías notaron también esta prosperidad, bordadores, orfebres
o escultores, vieron cómo llegaban nuevos encargos. Con todo ello la Semana de
Pasión gana en brillantez, las nuevas hermandades le aportan alegría, sin embargo
esta explosión trajo consigo un cierto abuso, tanto es así que el Cardenal
Ilundain, prohíbe por decreto que las mujeres formen parte de los cortejos de
hermandades en aquellas de reciente creación y además que se le canten en la
calle saetas a las Sagradas Imágenes, porque parecía más un festival en el que
los saeteros competían entre sí, que una muestra de devoción. En esa época
también se instaura el reparto de caramelos de los nazarenos, eran muy
peculiares porque en el envoltorio iba la imagen de los Titulares de la
Hermandad. En la presentación de nuestro ponente, don Manuel Rodríguez Hidalgo
cómo responsable de este ciclo, nos ha hecho alusión a una anécdota que ha
vivido recientemente con el arzobispo de Bilbao, Monseñor Iceta, y cómo me parece
merecedor de conocerse lo transmito, éste le comentó que en sus visitas a
nuestra ciudad lo primero que hace es desplazarse al barrio de la Macarena y a
San Lorenzo para ver a la Madre de Dios y a su Hijo, envidiando la suerte de
los sevillanos por tenerlos tan cerca, añadiendo que estas dos devociones
llegan a todos los confines de la tierra. De nuevo hemos tenido la suerte de
poder contar con el señor Recio Lamata para que nos dedique su excelente
charla, complementada con una buena colección de fotografías de la época objeto
de su conferencia. Enhorabuena.