Ayer con ocasión de
la celebración del día de Andalucía tuvimos ocasión de asistir a un especial
acto de reivindicación de nuestra identidad andaluza dentro de nuestra común
españolidad, una reivindicación de los valores que unen a las ocho capitales,
ensalzar por medio de la poesía la bonanza de nuestro clima, la belleza de
nuestra campiña, nuestras playas y monumentos, que hacen que sea destino
preferido de un turismo en auge. El acto ha sido coordinado, como siempre, por
la magistral batuta de una buena amiga, Marisa Cerdá, que ha congregado a un
buen número de poetas que han prestado su sentimiento andaluz a través de la
poesía, para ensalzar lo que somos, lo que un día fuimos y lo que nos deparará
el futuro con el esfuerzo de todos. Han sido nueve los poetas que nos han acompañado,
cada uno de ellos nos ha mostrado lo que le hace sentir cada una de las
capitales y el conjunto de todas ellas, además Teresa de la Luz inicia
el acto con la copla dedicada a Andalucia,
¡Andalucía!
sultana mora, reina del día que ríe y llora,
nieva
azahar en tu jardín entre rosas,
tu
claro cielo que es velo de tul azul.
Cielo andaluz que llena el sol con viva
luz.
¡Mi
Andalucía! Rojo clavel de un gran vergel
alma
de España que guarda en su entraña amor,
es el sonar de tu cantar copla de amar…
A continuación el
recital poético lo inicia el buen amigo Manuel García con su magnifica
dicción andaluza, nos trae un poema que narra lo que un alumno le pregunta a su
maestro sobre la magnitud de Andalucía, mostrando la sana inquietud del chaval,
…
Un continente, una isla,
un
país o una región,
no
es más grande porque tenga
una mayor extensión.
Los
pueblos suelen ser grandes
Por
su arte, su belleza,
Por
la gracia de su gente,
Su valor y su nobleza…
Tras la magnifica
lección del añorado maestro escuela, un profesional que sabía enseñar sin
pretender educar, la educación es patrimonio de la familia, le llega el turno
de Pepe
Calderón, un magnifico poeta que le canta a su lugar de nacimiento, Jaén,
la puerta de Andalucía para Castilla, mar de olivos, aceite imprescindible para
nuestros platos,
…Soy
andaluz de esa tierra,
la
tierra por mí soñada,
la
que siempre fue olvidada
y a su destino se
aferra…
…Cuando
hables de Andalucía
no
te olvides de Jaén,
la
tierra donde nacía
aquel que la quiere bien.
Tras Jaén le toca el
turno a Córdoba, será José María Castro el que le ponga su
guinda al modo de Góngora,
¡Oh
excelso muro de torres coronadas
de
honor de majestad, de gallardía,
el
gran río, gran Rey de Andalucía,
el Fértil llano y las sierras
levantadas…
Continuaría con el
Canto a Andalucía que hiciera Manuel Machado,
Cádiz,
salada claridad. Granada,
agua
oculta que llora.
Romana
y mora, Córdoba callada.
Málaga,
cantaora.
Almería,
dorada.
Plateado,
Jaén. Huelva, la orilla
de
las tres carabelas.
Y Sevilla.
Tras José Mª le llega
el turno a Felisa Lería, quien a través de la poesía de Francisco de Villaespesa
nos presenta a Granada a través de sus fuentes, sus ríos que dan voz a sus
manantiales,
Las
fuentes de Granada
¿Habéis
sentido
en
las noches de estrellas perfumada,
algo más doloroso que su triste gemido?
Algunas
se despeñan con ecos de torrentes
y
entre las alamedas descienden rumorosas
arrastrando
en el vivo fulgor de su corriente
en féretros de espumas, cadáveres de
rosas.
Otra,
por las paredes resbala, lentamente
y
entre las verdes hiedras lagrimear se siente;
como
si poco a poco, por una estrecha herida,
se fuese desangrando hasta quedar sin
vida.
Tras Granada será
Málaga, la capital de la Costal del Sol, será evocada por un gran poeta
Gregorio Ruiz Serrano,
¡Ay!
Dios, Málaga la bella,
la
belleza se desgrana
por
tus barrios, por tus playas,
en
tu Feria por las calles,
y por simpatía en tu habla.
En
las noches con estrellas
Aun
pareces mas bella.
Fuente
de sol y alegría,
Tu
nombre se desparrama
Por mi tierra de Andalucía…
A continuación será Paqui
Vázquez la que le dedica su cariño a Almería con su poesía a través del
encanto de sus pueblos y su litoral, cómo a San José en el Cabo de Gata,
Aguadulce, Roquetas, Mojácar. Garrucha y tantos otros lugares que hacen de esta
provincia un oasis de tranquilidad con un paisaje libre en gran medida del
cemento que ahoga otros lugares.
…Las
Negras y Carboneras,
Mojácar
y Playa Amarga,
un
hondo suspiro alarga
al pasear a su vera.
En
San Miguel salineras
de
las aves cobijo
lugar
para el regocijo
y
la observancia del Cabo
luminaria
del amparo
de la mar y de sus hijos…
Tras Almería le llega
el turno a Cádiz, ciudad a la que nuestro siguiente maestro, Pepe
García, le tiene un gran afecto y cariño por el tiempo que por sus calles
paseaba, y como plus adicional, por la idiosincrasia del autóctono, el
gaditano, personas con una filosofía de vida muy peculiar, sin grandes complicaciones,
Cádiz
es mi nostalgia,
“Tacita
de Plata”
todos
los días me acuerdo de ti,
de
tus olas sobre ese intenso mar,
cuantas
veces caminé por tu orilla,
para sentirme vivo de tu agua fría y
salá.
Cádiz
hoy me encuentro no muy lejos de ahí,
Pero
mi corazón late por ti,
siempre
al caminar en tu limpia arena,
llego
a pensar que hice camino
para
continuar por esa extensa playa
que
me sublima cada vez más
y así mi caminar convertirlo en
realidad…
A continuación será
Ángel Núñez, un médico-poeta o un poeta-médico, con una portentosa voz, nacido
en Venezuela pero con ascendencia canaria y sevillano de conciencia, hoy le
canta a Huelva, recordando a Juan Ramón y su Platero,
Nuestra
bandera, la de Huelva,
tiene
al igual que la andaluza, el blanco.
ese
blanco que vuelve, tras siglos de guerra,
a
decir, que haya paz y esperanza,
bajo el sol de nuestra tierra…
Y continúa desde
Punta Umbría recordando las madrugadas de Isla Cristina,
Galopa
caballo mío
que
no te digo en broma
que
detrás de aquellas lomas
ya
se divisa el Rocío
y también la Blanca Paloma.
Y desde la Antilla,
unos fandangos de Alosno,
Si
bonito es el conquero
mas
bonita es la bahía
cómo
cantan los choqueros
al
amanecer el día
por fandangos alosneros
Y antes de finalizar María
San José le canta a Sevilla, pero cómo es una mujer muy agradecida,
muestra su aprecio al Curso con su especial gracia, además de agradecida y
cariñosa es una gran poetisa, cómo los anteriores, también compone los poemas
que suele interpretar, aunque hoy recuerda a los Hermanos Quintero en su
Bendición a Sevilla,
Tierra
de nuestro amor: ¡Dios te bendiga!
que
en tu glorioso porvenir risueño
nunca
te falten ni voz amiga
ni hilos de luz en que tejer un sueño.
Que
fecundes tus campos sin fatiga;
que
al Arte mires como a esclavo y dueño,
y
hagas oro del grano de la espiga,
y hagas un Cristo de Pasión de un leño.
Que
tus risas mitiguen tus dolores;
que
aun donde no las siembres, nazcan flores:
que halles siempre en tu fe paz y
consuelo,
y
que en tu noche perfumada y bella,
por
mandato de Dios, baje una estrella
y bese a la Giralda y vuelva al cielo.
Y termina con un
poema a la Chiquita piconera
El
pintor la respetaba
lo
mismo que algo sagrao
y
su pasión le ocultaba
porque era un hombre casao.
Ella
lo camelaba con alma y vía
hechisá
por la magia de su paleta
y
al igual que una llama se consumía
en aquella locura negra y secreta.
Y
cuando de noche Córdoba dormía...
y
era como un llanto la fuente del Potro,
una
voz decía:
¡Ay,
chiquita piconera,
mi piconera chiquita!
Y para terminar, el
colofón a este espléndido recital poético lo pone nuevamente Teresa
de la Luz y las Habaneras de Cádiz, una magnifica canción hecha himno,
de Antonio Burgos y Carlos Cano.
Desde
que estuve, niña, en La Habana
no
se me puede olvidar
tanto
Cádiz ante mi ventana, Tacita lejana,
aquella mañana pude contemplar...
Las
olas de la Caleta, que es plata quieta,
rompían
contra las rocas de aquel paseo
que
al bamboleo de aquellas bocas
allí le llaman El Malecón...
Había
coches de caballos, que era por mayo,
sonaban
por la Alameda, por Puerta Tierra,
y
me traían, ay, tierra mía,
desde mi Cádiz el mismo son...
El
son de los Puertos, dulzor de guayaba,
calabazas,
huertos...
Aún pregunto quién me lo cantaba...
Que
tengo un amor en La Habana
y
el otro en Andalucía,
no
te he visto yo a ti, tierra mía,
más
cerca que la mañana
que
apareció en mi ventana
de
La Habana colonial
tó Cádiz, la Catedral, La Viña y El
Mentidero...
Y
verán que no exagero
si
al cantar la habanera repito:
La
Habana es Cádiz con más negritos,
Cádiz, La Habana con más salero.
Verán
que tengo mi alma en La Habana
no
se me puede olvidar,
canto
un tango y es una habanera,
la
misma manera
tan dulce y galana y el mismo compás.
Por
la parte del Caribe así se escribe
cuando
una canción de amores, canción tan rica,
se
la dedican los trovadores
a una muchacha o a una ciudad...
Y
yo, Cádiz, te dedico y te lo explico
por
qué te canto este tango que sabe a mango,
de
esta manera esta habanera
de
piriñaca y de Carnaval...
Son
de chirigota, sabor de melaza,
Guantánamo
y Rota...
¡Que lo canta ya un coro en la plaza!
Que
tengo un amor en La Habana
y
el otro en Andalucía,
no
te he visto yo a ti, tierra mía,
más
cerca que la mañana
que
apareció en mi ventana
de
La Habana colonial
tó Cádiz, la Catedral, La Viña y El
Mentidero...
Y
verán que no exagero
si
al cantar la habanera repito:
La
Habana es Cádiz con más negritos,
Cádiz,
La Habana con más salero.
Sumamente agradecidos a todos por vuestra colaboración y por
supuesto a Marisa Cerdá por haber llevado la perfecta coordinación de un acto
institucional como éste. Enhorabuena a todos y desde el Curso de Temas Sevillanos felicidades a todos los andaluces en el aniversario del resultado del referendum de 1980 por el que nos convertiamos en comunidad histórica y comenzábamos este camino en paz y en comunión en la nueva Administración del Estado.