Hoy hemos celebrado nuevamente dos actos en el Curso, el primero en el Real
Círculo de Labradores nos ha permitido contar con un cofrade activo, don Jesús
Creagh Álvarez de Toledo, una persona muy comprometida con el mundo de las
hermandades, hoy cómo hermano mayor que fue de la muy querida Hermandad de la
Cena, nos ha dedicado una exquisita charla sobre su Sagrado Titular bajo el
título “El Señor de la Humildad y Paciencia, una devoción de siglos”. Es
difícil resumir la historia de una hermandad de casi cinco siglos de antigüedad,
una historia que se remonta a la fusión de las hermandades del Cristo
Humillado, la Sagrada Cena y Nuestra Señora del Subterráneo, tres hermandades
que radicaban en tres templos distintos, la Virgen en la parroquia de San
Nicolás, la del Cristo Humillado que se encontraba en el hospital de San Lázaro
y la Sagrada Cena en la Iglesia de San Basilio, confirmándose la unión en 1621.
El periodo más crítico de la Hermandad se vivió con la desamortización de
Mendizábal al perder una gran parte de sus enseres. Durante este periplo, las
imágenes pasarían por distintos templos. Tras su estancia en San Basilio y San
Vicente, se reorganizan en 1876 aprobándose las nuevas Reglas de la Hermandad
de la Cena y se establecen en Omnium Sanctorum, en esa sede se mantendrían
hasta los hechos deplorables del 36, año en que de nuevo han de buscar sede que les acoja, en este caso irían a la Iglesia de la Misericordia, hasta que por la
mediación del recordado Cardenal Bueno Monreal, le conceden la administración
de la Iglesia de los Terceros a perpetuidad, llegando con ello la tranquilidad
a la Hermandad en 1973 y retornando sus Sagradas Imágenes para el culto debido.
Este año con ocasión de haber sido designado el Señor de la Humildad y
Paciencia para presidir el Vía Crucis de las Hermandades, es motivo de alegría
para todos sus hermanos, como nos ha transmitido uno de los hermanos mas
sobresalientes, el señor Creagh. Son los franciscanos en los Santos Lugares los
que realizan esta práctica, emulando el camino del Calvario de Nuestro Señor.
En el orbe cristiano se celebran distintos vía crucis, pero en Sevilla sería el
primer Marqués de Tarifa el que lo instaura en 1521, son 1321 los pasos que
separaban la casa del pretorio Poncio Pilatos del Monte Calvario,
recorrido que hizo Cristo con la Cruz a cuestas, son casi mil metros los que se
recorren en nuestra ciudad desde la Casa de Medinaceli, Casa de Pilatos, hasta
el Humilladero, el Templete de la Cruz del Campo. Es un testimonio vivo del
sufrimiento redentor y de la sabiduría de la Cruz. Por eso es tan importante, es
una práctica con la que preparamos el alma para encontrarnos con quien hace dos
milenios realizó su camino del Calvario para redimir al mundo, el Cristo de la
Humildad y Paciencia, una imagen que emociona con el simple hecho de mirarlo,
cuánta paciencia muestra, cómo soporta la humillación que le infligen y cómo
refleja el dolor que siente, es el dolor que un hombre muestra ante la
violencia del suplicio, es Dios Humanizado. Ha sido muy interesante la charla
que este cofrade preeminente nos ha impartido, el cariño que ha mostrado hacia
el Cristo de la Humildad y Paciencia, que pronto veremos portado en andas por
sus hermanos presidiendo el Vía Crucis que Sevilla ofrece a creyentes y no
creyentes.
Tras esta magnifica intervención hemos de irnos con cierta
prisa a la Iglesia de San Buenaventura para disfrutar del concierto que la
Banda de Música de la Cruz Roja nos ofrece, una excelente y emblemática Banda,
muy requerida en este tiempo cuaresmal que se aproxima, al frente de la cual se
encuentra su Director don José Ignacio Cansino González, con una larga
trayectoria musical y profesional, como no podía ser de otra manera en la
dirección de esta entrañable Banda de Música, en la que se aúna la veteranía y la
juventud en una feliz y virtuosa conjunción. Hoy nos han ofrecido un repertorio
con marchas muy conocidas por todos y no por ello menos esperadas, en primer
lugar han interpretado la Marcha Fúnebre (Quinta Angustia) de José Font Marimont,
a continuación María Santísima del Subterráneo de Pedro Gámez Laserna,
curiosamente es una marcha dedicada a la Titular de la Hermandad que hemos
dedicado el acto del Real Círculo de Labradores. En tercer lugar Jerusalén de
José Vélez García, la cuarta es Esperanza de Triana de Manuel López Farfán, le
sigue Saeta Cordobesa, una marcha de Pedro Gámez Laserna y a continuación
Regina Sacratissimi Rosarii de Jesús Joaquín Espinosa de los Monteros y para
finalizar Nuestra Señora del Mayor Dolor de Manuel López Farfán en honor de
nuestro director el señor Bustos. A todos nuestro agradecimiento y Felicitación.