Hoy en el Círculo Mercantil
hemos celebrado un nuevo acto para el que hemos contado con la presencia de una
persona muy apreciada por su frescura dialéctica, una frescura que le hace muy
cercano, algo que se aprecia mucho, nada de engolamiento y todo sencillez al
argumentar, tal es así, que ésta es la segunda vez que nos acompaña, don
José Gámez Martín, su anterior conferencia era sobre Miguel Mañara y
fue muy comentada a posteriori, es por ello que de nuevo se le ha convocado, y
para aprovechar que nos encontramos en pleno quinto centenario del fallecimiento
de la Doctora de la Iglesia, hoy nos trae a Santa Teresa de Jesús para conocer su
paso por Sevilla. Santa Teresa nace en Ávila en 1515 en el seno de una familia
de conversos, por lo cual la Inquisición les visitaba periódicamente, fundadora
junto a San Juan de la Cruz de la Orden de Carmelitas Descalzas, una escisión
motivada por la reforma monástica de la Orden del Monte Carmelo, en total fundaron un total de diecisiete monasterios y conventos de clausura. A Sevilla
llega en mayo de 1575 acompañada por otras tres monjas, llega tras inaugurar el
convento de Beas de Segura en Jaén a petición del Padre Gracián, pero el
periplo hasta ese momento fue un tanto tortuoso, cómo eran monjas de clausura
tenían que viajar en un carro totalmente cubierto, pero su paso por Córdoba provocó
que la masa encolerizada les lanzara todo tipo de improperios y amenazas al
confundir el hábito que vestían con el de los dominicos, que tanta crueldad
mostraron escudándose en la Inquisición. Sevilla en aquella época era una
ciudad muy importante por la riqueza que generaba el tráfico con ultramar, esto
hacía que arribaran los grandes artistas flamencos o italianos o los ricos
comerciantes, pero también llegaban muchos menesterosos en busca de fortuna. Su
entrada en Sevilla parece que lo hacen por la Puerta Carmona, para encaminarse
a una casa en la antigua calle Armas, hoy calle Alfonso XII, era una casa ruinosa y lúgubre,
pero su pretensión de fundar el convento, contó con la negativa del arzobispo Cristóbal Rojas y Sandoval a que hubieran
nuevos conventos. Sin embargo la Santa, mujer castellana de fuerte carácter,
decide celebrar misa, a la cual y de manera inesperada acude el arzobispo para
pedir explicaciones a Teresa de Jesús y excomulgarla si no se atenía a su mandato, ésta le cautivó con su plática llegando
incluso a dar su bendición a Cristóbal Rojas a petición de éste. Ante la situación ruinosa del
edificio, su hermano Agustín, rico comerciante con las Indias, decide que hay
que buscar nueva casa que mejore la actual, encuentran una en la calle
Pajería, hoy calle Zaragoza número 66, pero con este hecho no se solucionaron
sus problemas, su proximidad con el convento Casa Grande de San Francisco,
llevó la protesta de los franciscanos, sacando lo peor del ser humano, su egoísmo
les llevó a aducir que su cercanía pondría en peligro la recaudación de su
limosna, entre otras cosas. Pero se podría decir que la terquedad de la Santa
les mantuvo en ese convento, tanto es así que se inaugura el 3 de junio de 1576
dándole notoriedad con fuegos artificiales, fuegos que prendieron en el tejado
de la torre del convento sofocándose de inmediato, este episodio hizo que se le
adjudicara el milagro a Teresa de Jesús. Pero lo curioso es que tras conseguir
establecer a su comunidad religiosa en casa propia, ella se marcha al día
siguiente a Malagón. En esa Casa se mantuvieron hasta que tras una década se
trasladan al actual convento de San José. Como la vez anterior la claridad de
nuestro ponente al exponernos sus argumentos ha conseguido mantenernos
totalmente absortos al refrescarnos la memoria sobre una mujer castellana con
carácter, seria y fiable, cautivadora y emprendedora. Enhorabuena por esta
nueva e interesante conferencia que nos ha brindado.