Hoy en el Real
Círculo de Labradores hemos conocido a través de nuestro interviniente, Don
Luís Miguel Onieva Giménez, sus muchas vivencias en las peregrinaciones
que ha realizado a Tierra Santa, bajo el título “Jerusalén visto de Sevilla”,
una extraordinaria charla sobre un viaje que no es precisamente turístico, aunque
también, es un paseo para imbuirse del misticismo, de la emoción que te hace
sentirte más cerca del Mesías, al pisar la tierra por la que transitó en su entrada
triunfal y su posterior Calvario. La sensación percibida es que no se vive el
pasado, sino un presente y muy presente. En una primera etapa nos lleva a
Galilea, en la que se rinde culto en los distintos escenarios en los que según
las Sagradas Escrituras estuvo Jesús. A continuación tras pasar por Nazaret el
discurrir de la peregrinación nos lleva a Jerusalén para cumplir con los santos
lugares siguiendo el orden cronológico de los sucesos, en esta ciudad los lugares
visitados son aquellos en los que sufrió Jesús la violencia, los más cruentos.
La percepción que nos muestra el señor Onieva es que es un viaje lleno de
sensaciones y de una gran empatía y reafirmación de sus creencias, como así se
ha podido percibir por su forma de transmitirnos su experiencia, un viaje que
todo creyente tendría que realizar alguna vez en su vida para entender lo que
allí ocurrió y su feliz consecuencia, sin ella no tendría razón de ser lo que
hoy podemos disfrutar. La curiosidad es que una de las puertas que se abren en
el amurallamiento de la ciudad santa, la puerta Dorada o de la Misericordia, se
mantiene cegada al ser por la que según la tradición judía, accedió Jesús en su
entrada a Jerusalén. Ha sido un verdadero placer vivir el entusiasta relato de
esta peregrinación que tantas emociones nos ha contagiado, todas ellas felices.
Nuestra enhorabuena y el agradecimiento por su colaboración con el Curso.