Hoy
en el Centro Cultural de los Ejércitos se ha celebrado un nuevo acto, para el
que hemos contado con la inestimable presencia de un buen amigo del Curso,
quien pese a su juventud, ya inició en el 2005 esta desinteresada colaboración
que nos presta, el periodista Don Pedro Domínguez Fernández, especialista
en temas cofrades entre otros, buen informador y muy respetado en el seno de las
Hermandades. Hoy nos ha hablado sobre los simbolismos y las singularidades de
nuestra Semana Santa. Comienza su intervención con una reflexión sobre el Vía
Crucis del pasado fin de semana del Cristo de la Expiración del Cachorro, y es
que su presencia en las calles de la feligresía convocó a tantos fieles devotos
como en el mejor Viernes santo. A continuación referencia el libro “el Icono de
Cristo”, en el que se hace un recorrido a través de la historia de las imágenes
sagradas en el mundo y en el que Sevilla ha de ocupar un lugar preeminente, ya
que cuenta con un amplio número de imágenes a las que se rinde culto y
veneración de manera masiva. La imaginería no ha evolucionado de manera
evidente desde que en los siglos XV y XVI los grandes escultores de la época,
indicaron el canon ideal de las sagradas imágenes, canon que se mantiene hoy,
la imagen ha de transmitir dulzura, paciencia, resignación y bondad, y en su
caso acepta su triunfante muerte, En estas existen dos vertientes, por un lado su
valor artístico que es innegable, pero el más importante es el valor devocional,
y es por ello, que las Sagradas imágenes de nuestras hermandades están para ser
veneradas y procesionar por las calles para que su cercanía colme la necesidad espiritual
de sus fieles devotos y no para ser expuestas en museos. Siempre han de estar
por encima de la ornamentación que puedan lucir, huyendo de su humanización,
para que al acercarse a ellas se vea el objeto de la salvación de uno mismo,
ese es el misterio que encierra nuestra Semana Santa al ver esos Sagrados
Titulares que tanta devoción despiertan. Como así nos lo ha hecho ver nuestro
ponente, todo un portento de conocimientos cofrades, que de nada valdría, si no
se supiera transmitir, algo que no se da en Pedro Domínguez, ya que tiene una
gran capacidad de comunicación, cercano y veraz. Y termina su
intervención con su reflexión dedicada al Señor del Gran Poder, en el que se ve
el sufrimiento indefinido de Dios hecho Hombre, una reflexión que refleja el
cariño y la devoción que siente hacia esta imagen al igual que a la de su
querida Hermandad, el Señor de Pasión. Nuestra sincera enhorabuena una vez más
por su magnifica exposición.