Hoy hemos celebrado en
el Real Círculo de Labradores un nuevo acto, en este caso le hemos rendido
nuestro reconocimiento al artífice de uno de los pabellones más emblemáticos de
nuestra Expo’92, al menos para los andaluces, el Pabellón de Andalucía, el autor
de la idea de esta obra es un buen amigo de nuestro Curso, el arquitecto Don
Juan Ruesga Navarro. Un evento universal que surge en 1982 y no sería hasta dos
años después cuando se abre el concurso de ideas para lo que sería el conjunto
de la Isla de la Cartuja, todas ellas muy interesantes y con un gran atractivo.
Una vez resuelto, se comienza con la adjudicación de los distintos proyectos de
los edificios que albergarían las muchas exposiciones, siendo en 1989
cuando se convoca el específico del Pabellón de nuestra autonomía, ganando el
proyecto presentado por nuestro interviniente, una idea que surge basándose en
los edificios históricos de nuestra región, Alhambra, Mezquita y
Giralda, todos ellos tienen en común los distintos estilos que entroncan entre
sí y culminando con el Renacimiento, esa fue la base de su idea ganadora, pero
eso simplemente eran los principios en los que quería basarse para llegar al
perfil que buscaba, y como ocurre en la mayoría de las grandes obras, la
inspiración llega con el bloc de dibujo y el lápiz en la mano, surgiendo una
dibujo que daría lugar a un edificio con una arquitectura renovadora y muy considerada.
Conforme el tiempo avanzaba el proyecto se iba mejorando, quizás lo más
complicado fue la adaptación de la cerámica en la torre inclinada, con un
resultado bellísimo, dotándole de ese color que le hace destacar en el conjunto
de edificios de su entorno. La Expo fue crucial para la modernización de una
ciudad anclada en el pasado, poniendo a profesionales como el señor Ruesga a la
altura de los mejores. Además dio lugar a ideas extraordinarias que hoy podemos
disfrutar, como el vivero en el que crecían las plantas que posteriormente se utilizarían
en la magnifica ornamentación del recinto, la desgraciadamente casi perdida
Andalucía de los niños, una curiosa exposición a escala de los edificios
representativos de cada una de las ciudades andaluzas, y que hoy vive sus últimos
momentos por la barbarie y el vandalismo imperante y la dejadez de la
Administración. Pero esto es simplemente anecdótico, lo realmente relevante fue
el legado que nos quedó, un recinto con unas infraestructuras de futuro y unos
edificios que albergan a empresas punteras en los distintos sectores. Y por
supuesto la respuesta del pueblo sevillano que consiguió el éxito de un evento
de tal envergadura. Ha sido realmente un placer escuchar la documentada palabra
de nuestro ponente y el entusiasmo que ha puesto en el recuerdo de una obra de
tanta repercusión. Nuestra enhorabuena por su magnifica conferencia y el
agradecimiento por su presencia entre nosotros.