Hoy
con la ausencia de Don Antonio Bustos por un pequeño percance sufrido en la
familia, del que esperamos no tenga importancia, aunque de todas formas les deseamos
un pronto restablecimiento, hemos celebrado un nuevo acto en el Círculo
Mercantil, en esta ocasión dentro del ciclo dedicado a la Semana Santa, se ha
invitado a la muy querida Hermandad del Amor y a su Hermano Mayor, el Dr. Don
Luís Torres Palazón, médico internista y cofrade comprometido, su
presentación ha corrido a cargo de Don Manuel Rodríguez Hidalgo en calidad de
responsable de la cátedra cofrade y como en él es habitual, nos hace su
introducción con una reflexión teológica, muy acorde con el fin de las
hermandades. La conferencia la titula nuestro interviniente como “Nazareno toda una vida”, un titulo muy
apropiado al hablar de esta corporación porque en la primera parte de esta
cofradía acompañan a la Sagrada entrada en Jerusalén los niños menores de
catorce años, una vez superada esta edad se incorporan al cortejo del Cristo
del Amor. Esta hermandad remonta sus orígenes a la segunda mitad del siglo XVI
cómo Amor y Socorro a los encarcelados, lema que aparece en las esquinas del
canasto del Señor, que realizó el maestro Francisco Antonio Ruiz Gijón. Posteriormente,
en 1618, se fusiona con la hermandad de la Sagrada entrada en Jerusalén y a los
dos meses de esta fusión se realiza el encargo a Juan de Mesa para realizar la
imagen del Cristo del Amor, una magnifica imagen, toda una lección de anatomía,
perfecta y emanando por sí sola la serena dulzura y el Amor. A lo largo de su historia, la
hermandad ha disfrutado de un gran número de sedes, desde la Iglesia de
Santiago, los Terceros, San Miguel, Santa Catalina o San Pedro, hasta que en 1922
toman posesión de la que sería su sede canónica definitiva, la Iglesia
del Divino Salvador. Es una corporación con una intensa vida de hermandad desde
sus orígenes, con una amplia obra social de la que se benefician un gran número
de familias necesitadas, además es encomiable la labor de apoyo a las mujeres
presas para que en módulos tutelados puedan compartir su vida con sus propios
hijos, además su ayuda es muy importante para el mantenimiento de un hospital
en la India. Ha sido un honor haber podido compartir estos minutos con el sr. Torres
y conocer a esta hermandad paradigmática del principio que mueve nuestra Fe, el
Amor. Nuestra enhorabuena por la espléndida charla que nos ha brindado.