Hoy en el Excmo.
Ateneo hemos asistido a un excelente acto sobre Juan de Mesa, el escultor
místico, tema que nos ha desarrollado de manera magistral un buen amigo de
nuestra Institución, el Doctor Don Juan Manuel Contreras Ayala, el cual, como
ocurre en la mayoría de los grandes profesionales, su humildad y modestia le
lleva a comentar al inicio que no tenía la suficiente preparación para impartir
una conferencia sobre las Bellas Artes, sin embargo al finalizar, el resultado
obtenido y la aprobación de los asistentes le quitaron la razón. Al hablar de
Juan de Mesa, no nos podemos olvidar que su obra representa en nuestra ciudad
muchas de las imágenes a las que se le rinde la debida devoción, elevándonos de
lo terrenal a lo celestial. Nuestro escultor, con ser plenamente conocido a
través de su obra, físicamente no es así y poco se conoce de su
vida. Nace en Córdoba en 1583, su formación la inicia con Francisco de Uceda y ya
en Sevilla, ingresa con veintitrés años, en 1510, en el taller de Juan Martínez
Montañés, en el que estuvo por espacio de cinco años, obligándose el maestro
Montañés por un contrato, a convertirlo en el escultor que hoy conocemos. Tras
dejar el taller un año después, monta el suyo propio en el que llega a su madurez
artística en 1620, periodo en el que talla sus grandes obras, el Señor del Gran
Poder, El Cristo del Amor, el Cristo Yacente y el Cristo de la Buena Muerte, titular
de la Hermandad de los Estudiantes, a la que el doctor Contreras le tiene una
especial devoción. Nuestro interviniente, como médico y conocedor de la
anatomía del ser humano y su fisiología, está facultado para explicarnos que
nuestro imaginero era también un gran conocedor del cuerpo humano,
permitiéndole plasmar en sus obras el dolor y sufrimiento, imprimiéndole una
gran sensibilidad, realismo y dulzura a sus imágenes. Desgraciadamente fallece
siendo joven, en 1927 cuando contaba cuarenta y cuatro años, pero le dio tiempo
a dejarnos algo más de cincuenta obras, todas ellas con un gran reconocimiento,
tanto artístico como devocional. Ha sido un verdadero placer escuchar al doctor
Contreras su disertación sobre un escultor de semejante valía, como se ha podido
comprobar por la reacción del público asistente. Nuestra sincera felicitación
por su excelente y documentada conferencia, así cómo agradecerle su presencia y la del Presidente del Ilustre Colegio de Médicos, el doctor Alcañiz.